Por Gerardo Flores Ledesma
HACE UNOS días le comentaba los riesgos que se empiezan a vislumbrar en la banca comercial, en términos de cartera vencida, porque las familias han perdido liquidez y han fomentado el consumo a través del crédito.
Al cierre de octubre, aunque con las debidas proporciones, se redujo el crédito vigente al sector privado no financiero, debido a que la desaceleración de la economía y con impacto directo en el empleo, los salarios reales y la inversión.
Lo anterior indica que en los meses por venir se tornará más moderada la demanda de crédito tanto de empresas como de hogares.
Aunque en octubre, el saldo de la cartera de crédito vigente otorgado por la banca comercial al sector privado no financiero (SPNF) creció 7% en términos reales, la cifra es menor al 7,2% de septiembre pasado.
El crédito al consumo anual tuvo un aumento de 12.5%, menor al 12.7% del noveno mes.
Los créditos de nómina y personales aumentaron 4.5% y 8.2%, pero en ambos casos su dinamismo se redujo en octubre con el registro más bajo en 2024.
Hay menor ritmo de crecimiento del empleo formal, que en octubre alcanzó una variación anual de 1.4%, por debajo de la tasa promedio de 2.3% observada entre enero y septiembre.
El salario real asociado a dicho empleo también se moderó en octubre, cuya tasa de crecimiento alcanzó 4.2%, por debajo del 4.7% promedio registrado en los primeros nueve meses del año.
El crédito a vivienda de interés social se contrajo a -8.0% real anual, su mayor caída a tasa anual en lo que va de 2024.
Las señales de alerta en la banca comercial se han encendido, aunque sus activos estén en doble dígito y sus niveles de liquidez y capitalización sean presumibles