CDMX.- Mientras el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, degusta su comida, postres y bebidas en el JWMarriott de Polanco en la Ciudad de México, al estado de Sinaloa arribaron ayer 600 elementos del Ejército mexicano, para tratar de recuperar la paz a raíz de la violencia desatada por la lucha del territorio entre bandas de narcotraficantes, distribuidores de fentanilo y otras drogas.
El gobierno de López Obrador culpó a Estados Unidos de la violencia desatada en el estado, a raíz de que aprehendieron al narcotraficante EL Mayo Zambada, sin que le hayan dado un informe de los pormenores de la detención del capo que hace años lidera la zona: que “vayan internalizando que no se puede actuar así, sin tomar en cuenta al Gobierno de México, ya no puede haber una relación de cooperación cuando se toman medidas unilateralmente”, dijo AMLO.
Por su parte, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, negó que su país tenga la culpa de la creciente ola de violencia, que hasta ayer sumaba 29 enfrentamientos y más de 50 muertos en 12 días.
El envío de militares ocurre en un contexto de escalada de violencia, derivado de los enfrentamientos de facciones del Cártel de Sinaloa contra los chapitos y otros grupos delictivos, por lo menos se han registrado 70 homicidios este mes, el más violento del año.
El 15 de septiembre se reportaron 11 homicidios, atribuidos a esta lucha interna por el control del narcotráfico, por lo que se han suspendido actividades escolares y festividades.
Los elementos del Ejército trabajarán en coordinación con las autoridades locales para llevar a cabo patrullajes y la instalación de puestos de control en puntos estratégicos del estado, para de reducir los índices delictivos y disuadir la actividad.
Por su parte, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas en Sinaloa activó las fichas de búsqueda de tres empleados de una funeraria que fueron reportados como desaparecidos desde el 17 de septiembre.
Los trabajadores identificados como Juan Martínez Rangel, su hermano Jorge Omar Chávez Rangel y Alejandro Salvador Malagón Sarmiento, se dirigían al municipio de Elota provenientes de Mazatlán, para realizar un servicio funerario cuando se perdió todo contacto con ellos.