CDMX .- En medio de dos contingentes, uno de apoyadores que fueron llevados al Zócalo capitalino y otro de manifestantes en contra de la reforma al Poder Judicial en el Angel de la Independencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió el último informe de su sexenio; dijo que se va con la conciencia tranquila y según él muy contento por reducir la pobreza y porque tiene el apoyo de 30 millones de hogares a los que se les reparte dinero en programas sociales.
Termina su gobierno con un discurso en el que resalta su eslogan de «primero los pobres» y su repudio: «al carajo con la oposición que quiere poder sin pueblo». Sin duda un mandatario que no se caracterizó por unir a los mexicanos y que hereda problemas en materia de finanzas, en seguridad, en salud y en proyectos que no se concluyeron como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, o casos como el de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, iniciativas que levantan protestas como la reforma al Poder Judicial, entre otros desaciertos que para él no lo son, ni lo fueron como las miles de personas que fallecieron en la pandemia sin atención médica.
Dijo que se va feliz dando la banda presidencial a una «mujer experimentada, honesta y sobre todo de buenos sentimientos, de buen corazón, afín de los principios de nuestro movimiento de transformación y auténtica defensora de la soberanía ”.
“Me río por felicidad. Toco madera pero magínense que no hubiese decidido el pueblo de México por la presidenta Claudia Sheinbaum”.
López Obrador dijo que Ayotzinapa es una asignatura pendiente, y continuarán la búsqueda de jóvenes porque su gobierno aún no termina. Señaló que de lunes a viernes trabaja el gabinete de seguridad, y que las autoridades trabajan coordinadas con el propósito de atender de manera conjunta la delincuencia organizada.
Resaltó la baja de delitos en México, además de que se ha mantenido u promedio de mil 200 detenciones diarias, y la destrucción de hectáreas de mariguana y laboratorios de drogas sintéticas. El decomiso de armas continúa, y se ha impulsado una serie de campañas contra el consumo de droga.
“De ahí la necesidad de mantenernos unidos como familias, porque cómo se explican que nosotros no tenemos lo que lamentablemente padecen nuestros vecinos (Estados Unidos) que por el consumo de fentanilo pierden la vida 100 mil jóvenes cada año. Nosotros no tenemos esa adicción por nuestras culturas, por nuestras costumbres y tradiciones y por la integración de las familias”.
El político que inició su carrera en el PRI y posteriormente fue opositor en el PRD y ahora formó su propio partido llamado Morena, manifestó en su discurso que la oposición decía de manera hipócrita que no se iban a eliminar los programas sociales, y luego de la elección dijeron que no se puntualizó que no estaban de acuerdo con los programas de bienestar. Porque según ellos era mejor enseñar a pescar que entregar pescado. ¿Qué iba a pasar? que iban a cambiar los programas de bienestar, iban a quitar los derechos, pero el pueblo es mucha pieza, el pueblo no es tonto. Pensaron que iban a engañar, fue un ‘tengan para que aprendan».
“Vamos a poner un ejemplo. Construimos nuestra casa con mucho esfuerzo… se casa el primer hijo y sigue viviendo con nosotros. Nosotros tenemos una institución, la principal institución de seguridad social es la familia que es muy solidaria y muy fraterna, pero nos falta el anexo y la ampliación de la casa para un hijo, y se construye un cuarto y ya se tiene el material ahí. Se tiene todo el material, pero uno ya se tiene que ir, pero qué felicidad que quien va a quedar es una mujer excepcional, que le va a dar continuidad a la transformación.
Y así siguió enumerando sus logros y arengando a la gente a gritar presidenta, presidenta, presidenta a Sheinbaum y mientras todos aplaudían excepto Beatriz Gutiérrez, esposa de AMLO, quien lucía incómoda en la silla.
En tanto, en el Angel de la Independencia, cientos de personas, trabajadores del Poder Judicial, jueces y magistrados, representantes de universidades y de cúpulas empresariales se reunieron para manifestarse en contra de la Reforma al Poder Judicial, un bastión en la República Mexicana que ahora se quiere desmembrar mediante la idea de elegir por voto popular y en una tómbola los jueces y ministros. Ya son múltiples los sectores que se manifiestan en contra de la iniciativa de López Obrador no sólo a nivel nacional sino en el ámbito internacional, como los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, los principales socios comerciales de México.
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