Por Alejandra Murguía Cambrán
Después de mucho tiempo en silencio, creo que es momento de reactivar la columna que tantos años de historia posee y que fue fundada por quien siempre se dijo ser mi papá. El pasado 26 de abril se cumplieron 14 años de su partida y sigo extrañándole como el primer día. Dejemos atrás el sentimentalismo y comencemos en algo que espero vuelva a posicionarse, porque a veces el día a día me supera.
No he cambiado mis convicciones políticas, a pesar de que ello parece estar de moda, si no preguntemos a una Alejandra del Moral, Eruviel Ávila, Alfredo del Mazo, entre muchos otros, quienes, claro, ahora son santos…santos. Morena es lo peor que pudo sucederle a nuestro país y sus fanáticos los peores ciegos en el mundo mundial. Sólo faltan unos meses para que López Obrador y sus saqueadores se larguen; pero la lección no la aprendieron, llegan otros ¡qué digo! los mismos.
Por ejemplo, José Ramón, Andrés y Gonzalo López Obrador podrán seguir robando y haciendo sus negocios chuecos, ahora hasta cargos públicos, si lo desean, tendrán en la administración de Claudia Sheinbaum (aunque no podemos decir que sean muy chambeadores, lo baquetón y mantenido lo heredaron del padre), ya lo dijo su mesías, pueden aspirar a ello cuando deje la presidencia.
De hecho, no tardaremos en verlos en el municipio de Naucalpan, en donde el presidente municipal electo, Isaac Montoya se cuadra ante ellos, lo cual tampoco es raro, si se arrodilló ante personajes tan nefasto como Edgar Olvera y David Sánchez Guevara, qué más da.
Ya que andamos en Naucalpan, me cuentan que los trabajadores sindicalizados están que no se la creen. Aseguran que jamás creyeron que Morena regresara a esa ciudad, pero no contaban con que Isaac Montoya traía suficiente dinero para poderse comprar el puesto de alcalde. Dicen que además de rateros, son prepotentes e ignorantes. No lo dudamos ni un segundo.
¿Quién era Montoya antes? Un porro, un cuate que estuvo en la cárcel por la compra de votos en Aguascalientes (nótese que ya es experto en el crimen), diputado en el Estado de México, pero de ahí en fuera, nada más.
Para que no se abrumen ni yo tampoco, ahí la dejamos por hoy.