Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Durante marzo ingresaron a México remesas por 5,021 millones de dólares, esto es, una contracción de 3.3% en términos anuales. Esto pone fin a una racha de 46 meses al hilo con incrementos, que inició en mayo de 2020 y terminó en febrero de 2024. Durante este periodo, las remesas crecieron en términos anualizados de 38,800 a 63,600 millones de dólares, lo que equivale a un crecimiento total de 64.1% en dólares.
Considerando que el tipo de cambio se cotizó en marzo en menos de 17 pesos por dólar, además del factor inflacionario, las remesas se contrajeron 15.2% en términos reales en comparación a hace un año, una caída muy significativa para el ingreso de las familias receptoras de estos recursos. Las remesas a otros países de América Latina y el Caribe también tuvieron en marzo un desempeño menor al registrado en enero y febrero. Las remesas a El Salvador cayeron 4.9% y a Honduras disminuyeron 4.6% durante el mes de marzo.
Como lo señalan analistas del BBVA México, debemos estar al pendiente de los datos que surjan en estos meses para poder entender si la desaceleración reciente de las remesas a México y a varios países de América Latina y el Caribe se explica por un factor estacional (Semana Santa en marzo) o estamos ante indicios de una posible desaceleración económica en Estados Unidos.
Por supuesto, el efecto final en los bolsillos de las familias receptoras de remesas en el país es todavía mayor. Además de la caída en dólares registrada en las remesas y el factor inflacionario (4.4%), se debe considerar que marzo fue uno de los meses en el que el precio del dólar estadounidense cayó por debajo de los 17 pesos, lo cual se traduce en menos pesos al momento del cobro. Así, en marzo de 2024, con un tipo de cambio promedio de 16.84 pesos por dólar, México recibió cerca de 84,600 millones de pesos por remesas, lo que equivale a una contracción de 15.2% en términos reales en los ingresos por este concepto para los hogares receptores.