Por Víctor Sánchez Baños
Ya puede saborearse las mieles del fuero, el “exJoven Maravilla” del panismo, Ricardo Anaya, quien será senador por Querétaro, quien va a la segura, en la posición 3 de la lista de plurinominales del PAN a la Cámara de Senadores.
El exdirigente nacional panista, fue candidato a la Presidencia de la República en los comicios del 2018, cuando tenía 39 años de edad. Ahora con 45, regresa al Senado, donde podría tener una posición clave para el próximo gobierno sexenal. Si es Xóchitl Gálvez, la defenderá con intensidad, y si es Claudia Sheinbaum, se convertirá en un auténtico dolor de muelas para el actual presidente, Manuel López Obrador, y para toda la estructura oficialista.
La vida política de Anaya es interesante, desde el punto de vista político. Fue uno de los líderes panistas estatales, más jóvenes. En Querétaro armó su vida política y fue uno de los artífices de la coalición de los partidos de derecha, el PAN, y el de izquierda, el PRD. Esto parecía irreconciliable.
En los comicios del 2018, donde él participó como candidato de esa coalición, de la mano de Movimiento Ciudadano. Así logró 12.6 millones de votos. El esquirol aquí fue el PRI aliado con el PVEM, con José Antonio Meade, que logró 9.3 millones de votos y el independiente, Jaime El Bronco Rodríguez, con casi 3 millones. López Obrador, logró el 53% de la elección con 30 millones de sufragios de 89 millones de electores, lo que representa un 27% de los mexicanos que en aquel entonces estaban en edad de votar.
Aprendió de Felipe Calderón la forma de apoderarse de las estructuras del PAN, para convertirse en candidato presidencial. Así llegó Felipe, con golpes en las espinillas al entonces presidente Vicente Fox.
En su campaña prometió meter a la cárcel a Enrique Peña Nieto y exhibió negocios de la izquierda de Morena, que impulsaba la candidatura de AMLO.
La respuesta fue severa del sistema que buscaba dejar a López Obrador, en la Presidencia para cuidarle las espaldas de Peña. Lo acusaron de triangular recursos para la compra de un terreno en Querétaro. No hubo orden de aprehensión y, por eso, le ratificaron la candidatura actual a la senaduría.
¿Qué más sabe Anaya de AMLO?
Eso les quita el sueño a los morenistas.