La pequeña Camila, de 8 años, salió de su casa para acudir a la de una amiga a jugar y horas más tarde su familia recibió llamadas de extorsión exigiéndoles 250 mil pesos para liberarla. Sin embargo fue asesinada. El cortejo fúnebre de la pequeña Camila fue este Viernes Santo.

Y mientras las autoridades del estado permanecían parados frente al domicilio donde la gente señalaba que estaban los secuestradores, la inacción de éstos provocó que las personas actuaran por cuenta propia, ante la mirada de agentes de la Policía Municipal.

La turba sacó de su casa a Ana Rosa Díaz Aguilar, a su hijo y a Juan N, a quienes golpearon brutalmente en el linchamiento.

La gente pateó, golpeó y pisó la cabeza de Ana Rosa Díaz que dijeron fue quien secuestró a la niña junto con José N, y la dejaron tirada en el piso en el linchamiento. La señora fue subida en algún momento, golpeada e inconsciente, a una vagoneta de la Policía Municipal y posteriormente se ve como los policías la bajan de la misma como si fuera un costal, levantada de pies y manos, y sin socorrerla la meten a unas oficinas, donde dijeron que falleció.

En tanto, el presidente municipal de Taxco, Mario Figueroa Mundo, dijo que de manera inútil solicitó a la gobernadora del estado Evelyn Salgado, mayor número de policías para reforzar la seguridad; sin embargo dijo que aquélla ni siquiera le tomó la llamada.

Un triste caso más de la impunidad y falta de autoridad en Guerrero, donde las víctimas fueron menores de edad, la pequeña secuestrada y el hijo de la secuestradora, un mejor que -quizá sin conocer el motivo- también fue golpeado brutalmente por la gente enfurecida al querer proteger a su madre.

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