Por Gregorio Ortega
Empiezan a ser claras las diferencias políticas y de concepción histórica entre la oficialista Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, de la coalición partidista PRI, PAN, PRD.
La evidencia se muestra en que la corcholata de la suerte “decidió” iniciar su gira proselitista desde el asiento donde los virreyes de España (1521-1821) durante 300 años, decidieron sobre vidas, haciendas y, además, cuantificaron el saqueo, expolio o como hoy lo llamen.
Por el contrario, la candidata opositora determinó, no sin razón, que lo positivo era recolocar en la memoria dos hechos que marcan nuestro presente: acudió a Fresnillo, Zacatecas, para recordarnos que los abrazos facilitan la puñalada en la espalda, y después se dirigió a donde se inició la gesta de Independencia, puesto que de lo que se trata ahora es de recuperar esas libertades aherrojadas por los plásticos del bienestar en sus diversas modalidades, pues el gran benefactor del México bueno y sabio, tiene la absoluta certeza que los electores están dispuestos a retribuir tal generosidad fiscal, con su voto, sin siquiera detenerse a considerar que el lodo los tiene aferrados de la cintura hacia abajo.
Es transparente la distancia conceptual: de Fresnillo y Guanajuato a México, frente a un recorrido que lleva del Zócalo al Zócalo. El segundo piso de la 4T es una cinta sin fin, mientras la oposición se da a la tarea de proponer y realizar la reconstrucción del México que dejarán en ruinas.
Esforzarnos por comprender la oportunidad que se nos presenta, requiere de recurrir a los clásicos. María Zambrano lo dice con toda claridad: “ En las épocas en que se produce un cambio violento o una crisis, o las dos cosas, como ahora, las generaciones son consumidas y son además portadoras de nuevas esperanzas y nuevas desesperaciones.
El presente está escindido, lo que hará más difícil conceptualizar el futuro e iniciar la reconstrucción de México, sin menoscabo de lo que es nuestra historia, y nuestra urgente y necesaria incorporación a esa IA que es la realidad que llama a la puerta. ¿Quién conoce de ingeniería en sistemas?