MADRID, ESPAÑA.- Los Premios Goya son los trofeos máximos del cine español: aquellos que todo cineasta aspira a llevarse, y que le convertirán en el rey o la reina del mambo durante los próximos doce meses. Estas son las categorías y los nominados este año.
Sin embargo, el prestigio acumulado por los premios Goya no quiere decir que sus votantes siempre acierten, o que sean capaces de predecir el futuro.
De acuerdo con CINEMANÍA, desde su primera edición en 1987, los ‘cabezones’ se han repartido entre lo más florido de nuestra cinematografía. Pese a esto, bien porque la cosecha del año en curso haya sido regulera, bien porque a los académicos les temblara el pulso, los filmes que los han ganado no aspiran por igual al estatus de clásico.
Aquí te presentamos nuestro ranking particular entre las elegidas como mejor película.
‘El sueño del mono loco’
Fernando Trueba, 1989
El sueño del mono loco
Rodada en inglés, con un Jeff Goldblum post ‘La mosca’ y una historia metacinematográfica obsesiva que pocos habrían asociado a Trueba, inauguró una tradición que ha acompañado a los Goya: que tu película no parezca española no sólo no te excluye de ganar el máximo galardón del cine nacional, sino todo lo contrario. No salía ningún mono.
El buen patrón’
Fernando León de Aranoa, 2021
Ninguna sorpresa. Ganó la que todos esperábamos dentro de una tradición muy goyesca: premiar a la película más taquillera del año. Lo tremendo y berlanguiano (¡se celebró este año el centenario de nuestro valenciano insigne!) es que a recoger el premio para esta sátira de un empresario que despide con frialdad a un empleado saliese otro empresario con sobrada experiencia en el asunto. A Berlanga le habría encantado.
Ninguna sorpresa. Ganó la que todos esperábamos dentro de una tradición muy goyesca: premiar a la película más taquillera del año. Lo berlanguiano (¡se celebró este año el centenario de nuestro valenciano insigne!) es que a recoger el premio para esta sátira de un empresario que despide con frialdad a un empleado saliese otro empresario con sobrada experiencia en el asunto. A Berlanga le habría encantado.
‘Días contados’
Imanol Uribe, 1994
El reparto de ‘Días contados’, con Carmelo Gómez al frente
Carta de presentación de muchos rostros importantes del cine español (Javier Bardem, Candela Peña, Pepón Nieto, Ruth Gabriel), el tiempo ha sido cruel con la película de Imanol Uribe. Competía con ‘Canción de cuna’ y ‘La pasión turca’, quizá eso sirva para contextualizar la historia de un miembro del Comando Madrid de ETA (Carmelo Gómez) que se enamora de una prostituta mientras planea un atentado.
‘Campeones’
Javier Fesser, 2018
‘Campeones’ (2018)
No es nuestra favorita de Fesser, que tiene otra película mucho más cerca del podio, pero qué duda cabe que sí lo fue para el público español. Los premios de la Academia decidieron premiar, como hacen tantas veces, a esta película sobre el deporte, la superación personal y las personas con discapacidad con un ramillete de estatuitas y el premio final.
‘La vida secreta de las palabras’
Isabel Coixet, 2005
La vida secreta de las palabras. Goya 2005.
“Tener a tu protagonista postrado en una cama gusta a esta gente”, pareció entender Isabel Coixet, que un año después de ‘Mar adentro’ convirtió a Tim Robbins en su Bardem particular. Consiguió incluso romper el gafe de Javier Cámara, que hasta entonces solo había participado en películas que se quedaron a las puertas del Goya.
‘Pa negre’
Agustí Villaronga, 2010
Pa negre. Goya 2010.
Primera y única película en catalán ganadora del Goya, la adaptación del recientemente fallecido Agustí Villaronga acercó el libro de Emili Teixidor al resto del público español. Tampoco es que acudiera en manada, a pesar de reestrenarse dos veces más y de alimentar alguna que otra absurda polémica.
‘Todos a la cárcel’
Luis García Berlanga, 1993
Todos a la cárcel. Goya 1993.
La historia de los Goya necesitaba inscribir el nombre de Luis García Berlanga como fuera… Con ‘Moros y Cristianos’ lo puso realmente difícil en la gala de 1988, pero por suerte acudió años después con la mejor película carcelaria del cine español. ¡Un fuerte aplauso a Berlanga!
‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’
David Trueba, 2013
Vivir es fácil con los ojos cerrados. Goya 2013
A veces pasa, una película correcta como esta de David Trueba, necesita poco más que buenas interpretaciones e intenciones para seducir a los académicos. Inspirada en la historia real de un profesor de inglés que quiso conocer a John Lennon durante un rodaje en Almería, podría haber sido un episodio de la serie ‘Cuéntame cómo pasó’ con Javier Cámara de protagonista invitado, pero acabó imponiéndose a la favorita ‘La gran familia española’.
‘Celda 211’
Daniel Monzón, 2009
Luis Tosar y Alberto Ammann protagonizaron la adaptación de ‘Celda 211’
Nadie se atrevería a cuestionarlo delante del Malamadre de Luis Tosar, pero esta película carcelaria no era para tanto. Especialmente si competía con la hispano-argentina ‘El secreto de sus ojos’, intrusa por la vía de la coproducción en una terna completada por ‘Ágora’ y ‘El baile de la Victoria’.
‘La librería’
Isabel Coixet, 2017
La librería. Goya 2017
Ni la misma Isabel Coixet se esperaba esa racha de triunfos que empezó con una buenísima taquilla y terminó con el Goya a mejor película. Pero tiene sentido que la catalana se hiciese con el galardón con su película más autobiográfica. No hay en su filmografía un título que defina mejor esa constancia en la persecución de un sueño que la cineasta ha demostrado en su carrera.
‘El Bola’
Achero Mañas, 2000
El bola. Goya 2000.
Achero Mañas, que ya se había llevado algún Goya con sus cortos, tocó techo como director con su primera película y aportó al star system nacional a Juanjo Ballesta. Sin embargo, como la carrera del actor, sus méritos –la inmediatez y naturalidad– se han difuminado con los años.
‘La soledad’
Jaime Rosales, 2007
La soledad. Goya 2007.
El discurso de agradecimiento de Jaime Rosales, en el que invocaba a unos niños cinéfilos que no debían estar viendo la gala, fue tan desconcertante como la presencia de un filme de indiscutible calidad pero inequívoco carácter minoritario. En este caso, los Goya tampoco ayudaron a convertir una película española en un blockbuster. Y eso que venía con “polivisión”.
‘Mar adentro’
Alejandro Amenábar, 2004
Mar adentro. Goya 2004.
Javier Bardem haciendo de tetrapléjico, así cualquiera. A Alejandro Amenábar le llegó incluso para igualar a Garci, Trueba (Fernando) y Almodóvar, llevándose el Oscar a la mejor película en lengua extranjera y arrasando en los Goya, donde ganó catorce estatuillas de las quince a las que aspiraba.
‘Los lunes al sol’
Fernando León de Aranoa, 2002
Los lunes al sol. Goya 2002.
Fernando León de Aranoa quiso hablar de las cigarras, las hormigas, la reconversión de los astilleros y las prejubilaciones, pero el pico de viuda de Javier Bardem desvió la atención. Una predicción pesimista que se quedó corta, pero lo que quedó fue una expresión que calaría hondo en la sociedad a medida que crecía la tasa de desempleo.
‘La niña de tus ojos’
Fernando Trueba, 1998
La niña de tus ojos. Goya 1998
Penélope Cruz cantando copla bien vale un Goya y todos lo que hagan falta. ‘Barrio’, ‘El abuelo’ y ‘Abre los ojos’ no tuvieron nada que hacer contra eso. Tampoco contra el tirón de una de las grandes familias del cine español, la del patriarca Fernando Trueba que puso a Antonio Resines al frente de uno de los mejores rodajes del cine español.
‘No habrá paz para los malvados’
Enrique Urbizu, 2011
No habrá paz para los malvados. Goya 2011
José Coronado (que también volvió a casa con un cabezón y un prestigio que hasta entonces se le escapaba) y Enrique Urbizu demostraron a Santiago Segura que se podía hacer una película sobre un policía corrupto y alcohólico que gustase a los académicos. Dos palabras: “Santos Trinidad”. O mejor, una: “rocanrol”.
‘Blancanieves’
Pablo Berger, 2012
Blancanieves. Goya 2012.
Un año después de que ‘The Artist’ demostrase que un filme mudo y en blanco y negro podía ganar en el S XXI un Oscar, Pablo Berger, que llevaba rumiando y mimando una idea similar mucho tiempo, hizo lo propio en los Goya con ‘Blancanieves’, una perversión flamenca y torera del cuento de Perrault. Preciosa, divertida y personal, pero… ¿cuántas veces has vuelto a verla?
‘Los otros’
Alejandro Amenábar, 2001
Los otros. Goya 2001
Alejandro Amenábar recortó distancias entre Hollywood y la Academia, sirviendo también en bandeja el mayor SPOILER del cine español en esta vuelta de tuerca de las historias sobre casas habitadas por fantasmas. Más difícil era conseguir que Nicole Kidman viniese a la gala.
‘El bosque animado’
José Luis Cuerda, 1987
El bosque animado. Goya 1987
No es tan mítica como ‘Amanece, que no es poco’ –injustamente ignorada en los Goya de 1990, ignorando de paso a ese público que se sabe los rocambolescos diálogos de memoria – pero un respeto también para esta otra obra del gran José Luis Cuerda, en la que están las constantes rurales, corales y geniales de sus mejores películas.
‘Camino’
Javier Fesser, 2008
Camino. Goya 2008
Javier Fesser lo vio claro: “Apartaos, Amenábar y Coixet, traigo a una niña postrada en una cama”. ¿Quién podía ser tan cruel como para arrancar de sus manitas a una enferma de cáncer enamorada y mártir el Goya? Pues no se llevó una estatuilla sino siete. Todos contentos menos el Opus.
‘Las niñas’
Pilar Palomero, 2020
Las niñas. Goya 2020
Con este retrato detallista de la educación que recibimos las mujeres que crecimos en los 90, durante los años de “España va bien” y el “Póntelo, pónselo”, la debutante Pilar Palomero se alzó en una edición pandémica de los Goya en la que todos, nominados y periodistas, teletrabajamos, con el premio gordo de la noche.
‘¡Ay, Carmela!’
Carlos Saura, 1990
¡Ay, Carmela!. Goya 1990
Carmen Maura cantando coplas con la bandera republicana como bata de cola arrebató a los académicos, e hizo suyo aquello que cantaba la Sevilla: “Yo soy la Carmen de España”. En el patio de butacas, Almodóvar, con el que había roto profesional y personalmente un año antes, se fue otra vez con las manos libres por ‘¡Átame!’
‘La buena estrella’
Ricardo Franco, 1997
La buena estrella. Goya 1997
Antonio Resines, Maribel Verdú y Jordi Mollá se comprometieron con un proyecto que había pasado prácticamente por todas las manos del cine español, y que encontró en Ricardo Franco, un cineasta con problemas de visión durante el rodaje, la sensibilidad necesaria para una historia profundamente emotiva.
‘Tesis’
Alejandro Amenábar, 1996
El novato Amenábar irrumpió en los Goya destronando a dos pesos pesados como Pilar Miró (‘El perro del hortelano’) e Imanol Uribe (‘Bwana’), aunque a quien realmente dejó sin argumentos fue a miles de padres de los 90, que aseguraban que “sin una carrera no vas a ningún lado”.
El novato Amenábar irrumpió en los Goya destronando a dos pesos pesados como Pilar Miró (‘El perro del hortelano’) e Imanol Uribe (‘Bwana’), aunque a quien realmente dejó sin argumentos fue a miles de padres de los 90, que aseguraban que “sin una carrera no vas a ningún lado”.
‘Volver’
Pedro Almodóvar, 2006
Volver. Goya 2006
En uno de sus múltiples desencuentros con la Academia, Almodóvar prefirió quedarse en casa antes que “volver” a irse de vacío. Pé y Carmen Maura, engoyadas ellas también, recogieron sus cabezones a mejor película y director, en una noche en la que la favorita ‘El laberinto del fauno’ tuvo que conformarse con los premios técnicos y el de guion original.
‘Truman’
Cesc Gay, 2015
Truman. Goya 2015
El director de ‘Krámpack’ construía su película más personal, colando el absoluto drama de existir que es morirse entre dosis de humor y conformando una trama tan sutil que prácticamente desaparece al entrar en acción los personajes. Con unos Javier Cámara y Ricardo Darín superdotados.
‘Dolor y gloria’
Pedro Almodóvar, 2019
Dolor y gloria. Goya 2019
Pasará a la historia como la película más sobria de Pedro Almodóvar, la película que le gusta a los que no les gusta Almodóvar. Y también por ser el título que reconcilió a nuestro cineasta más internacional con la Academia, con la que había partido peras hacía una buena temporada. Este recuento autobiográfico nos trajo otro regalo: la interpretación de Banderas.
‘La isla mínima’
Alberto Rodríguez, 2014
La isla mínima. Goya 2014
Si entonces CINEMANÍA afirmó que Alberto Rodríguez era “el mejor director español en activo”, ‘La isla mínima’, su thriller policíaco marismeño protagonizado por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez, tiene que ocupar un lugar de privilegio y un puesto en el top 10 de esta lista.
‘Te doy mis ojos’
Iciar Bollain, 2003
Te doy mis ojos. Goya 2003
Admiradora de Ken Loach hasta el punto de ser pareja del guionista habitual del cineasta británico, Paul Laverty, Iciar Bollaín cogió un tema de calado social, la violencia doméstica, y lo proyectó sobre la pantalla con pulso y sensibilidad. Laia Marull y Luis Tosar, que ganaron sus respectivos Goya, hicieron el resto.
‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’
Agustín Díaz Yanes, 1995
‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’
Pasarán muchos, muchos años antes de que alguien consiga lo que Agustín Díaz Yanes: un título más largo que algunos discursos de agradecimiento durante los Premios Goya. El director de ‘Alatriste’ se hizo con el premio gordo con este thriller castizo protagonizado por una Victoria Abril descomunal.
‘Tarde para la ira’
Raúl Arévalo, 2016
Tarde para la ira. Goya 2016
Unos personajes escritos con oficio y una trama de thriller compacta, bien armada y con regusto castizo. Así fue el debut en la dirección del actor Raúl Arévalo protagonizado por Luis Callejo, Antonio de la Torre y Ruth Díaz. Ojo con el personaje secundario de Manolo Solo, que se llevó otro Goya.
‘Belle Époque’
Fernando Trueba, 1992
Belle époque. Goya 1992
Si Fernando Trueba consiguió que, por primera vez, una película en inglés fuese la mejor del cine español, rizó el rizo forzando a los académicos a que demostrasen que hablaban francés igual o mejor que Anthony Hopkins. Se llevó nueve premios Goya y, de colofón, un Oscar.
‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’
Pedro Almodóvar, 1988
Mujeres al borde de un ataque de nervios. Goya 1988
Los chiitas, el gazpacho con valium, las gafas de Antonio Banderas, los somieres en llamas, el mambo-taxi, las gafas de Antonio Banderas… Hay tantas razones para adorar la screwball comedy de Almodóvar que se olvida a menudo la principal: ¡era muy divertida! De ahí la nominación al Oscar pero habría que esperar un poquito más para ganarlo.
‘Amantes’
Vicente Aranda, 1991
Amantes. Goya 1991
La escena del pañuelo entre Jorge Sanz y Victoria Abril fue la comidilla durante aquel año entre los espectadores. Superado el morbo, lo realmente memorable era la conclusión de este crimen pasional de Vicente Aranda, con una Maribel Verdú en estado de gracia. Una vez más.
‘As bestas’
Rodrigo Sorogoyen, 2022
As bestas
¿Querías España negra? Pues toma dos tazas de lacón con grelos por cortesía de un Sorogoyen cuyo filme, inspirado en un espeluznante caso real, se llevó un total de nueve Goya incluyendo todos los premios gordos. Entre ellos, el de guion original (compartido por el cineasta e Isabel Peña) y los de actor principal y de reparto para Luis Zahera y Denis Menochet.
‘Todo sobre mi madre’
Pedro Almodóvar, 1999
Con su primer filme rodado en Barcelona, una saga maternofilial en cuyo transcurso es inevitable no soltar alguna lágrima, el director manchego se alzó en 1999 con el Oscar, el Globo de Oro y el BAFTA. Protagonizada por Cecilia Roth, y con una monumental Marisa Paredes, Todo sobre mi madre es el screwball drama sobre la familia por antonomasia y un filme del que hasta Quentin Tarantino se declara fan. Personaje rompedor: Agrado (Antonia San Juan), la gran prostituta cinematográfica. M. A. R.
Algunos almodovaritas discutirían esta clasificación, alegando que la mejor película del manchego universal es ‘Hable con ella’. El problema es que aquella no ganó el Goya. Gracioso, trágico y cinéfilo, cada cosa cuando tocaba, Almodóvar consiguió desplegar lo más representativo de su intransferible imaginario.
‘El viaje a ninguna parte’
Primera ganadora del Goya y primera en esta lista entre las mejores del cine español. Narraba el fin de la estirpe de los cómicos de la legua, esos del teatro que viajaban de pueblo en pueblo, Fernando Fernán Gómez recuperó un término –”jodío peliculero”– para entender la profesión y dejó para la eternidad una escena tan mítica como la de la navaja de ‘El perro andaluz’ o el discurso del alcalde en ‘Bienvenido Mr. Marshall’.
Primera ganadora del Goya y primera en esta lista entre las mejores del cine español. Narraba el fin de la estirpe de los cómicos de la legua, esos del teatro que viajaban de pueblo en pueblo, Fernando Fernán Gómez recuperó un término –”jodío peliculero”– para entender la profesión y dejó para la eternidad una escena tan mítica como la de la navaja de ‘El perro andaluz’ o el discurso del alcalde en ‘Bienvenido Mr. Marshall’.
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