BACALAR.— Organizaciones medioambientalistas denunciaron que la agroindustria, un modelo de producción intensivo y extractivista, está intensificando de manera alarmante la deforestación de Bacalar, Quintana Roo, lo que está derivando en el despojo del territorio, la pérdida de la apicultura y la disminución de la calidad de vida de las mayas de la región.
Ante ello, la Alianza Maya por las Abejas de la Península de Yucatán Kaabnalo’on exigió al gobierno federal que investigue, sancione a los responsables, respete la libre autodeterminación de los pueblos originarios y se garanticen los derechos humanos de toda la población.
La agroindustria en Bacalar se intensificó a principios de los 2000 con la llegada de los grupos menonitas, cuya función ha sido ser el último eslabón para la ejecución de un modelo de producción intensivo y extractivista. Del 2001 al 2022 se han perdido aproximadamente 130 mil hectáreas de selva, sólo en el municipio de Bacalar, de acuerdo con datos de la plataforma Global Forest Watch.
La tasa de deforestación anual promedio en Quintana Roo entre 2001 y 2021 fue de 1.11 por ciento. Los municipios con mayor deforestación bruta del estado son Othón P. Blanco y Bacalar, que perdieron 24 mil 337 y 24 mil 346 hectáreas de selva, respectivamente, Las principales causas de deforestación en ambos municipios son la ganadería y la agricultura intensiva. En el municipio de Bacalar dichas actividades son responsables del 58 y 41 por ciento de la deforestación del municipio.
El proceso de deforestación en el municipio de Bacalar no ocurre de manera homogénea entre los diferentes núcleos agrarios. El asentamiento de población menonita en ciertos ejidos es determinante. En el periodo de 2011 a 2018, dos de los cinco ejidos con mayor deforestación bruta fueron Salamanca y El Bajío, ambos con una población importante de menonitas. En el periodo de 2014 al 2023, cuatro de los cinco núcleos agrarios con mayor tasa de deforestación fueron ejidos con asentamientos de pobladores menonitas.
Esta pérdida de nuestro territorio está despojando también de una de las principales formas de vida: la apicultura. Los desmontes han llegado acompañados del uso de un gran paquete de agrotóxicos para los cultivos; venenos que contaminan el suelo, aire, agua, la salud humana y ha puesto en grave riesgo nuestra actividad apícola.
Este modelo de producción agrícola es el mismo que ha vulnerado la calidad de vida de nuestras compañeras y compañeros en Hopelchén, Campeche, que en este año ya han registrado la muerte de más de 3 mil 500 colmenas por fumigaciones hechas con fipronil en las comunidades de Suc Tuc y Oxa, de acuerdo con el informe del caso elaborado por el Equipo Abejas de El Colegio de la Frontera sur.
Estos impactos ya están presentes también en la región de Bacalar, particularmente en la producción apícola, ya que a partir de 2017 se ha registrado una baja en las cosechas de miel. El promedio de producción hasta ese año en la zona de Bacalar fue de 70 kg por colmena, actualmente se produce solamente entre 25 a 35 kg por colmena. Esto ocurre sobre todo en zonas afectadas por la deforestación como Blanca flor, Buena fe y San Fernando.
En este contexto, el pasado 28 de agosto se presentó una denuncia popular ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). En esta denuncia se informó de la deforestación en varios sitios de Bacalar y se proporcionó información suficiente para iniciar una investigación al respecto.
Por otra parte, el 22 de septiembre de este año, con apoyo de la Organización Greenpeace México, se presentaron denuncias ante la PROFEPA y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), por la probable liberación y siembra de soya y maíz transgénico en diversos predios ubicados en el municipio de Bacalar, derivado de la detección en la aplicación de agrotóxicos en dichos cultivos.
⇒ En ambas denuncias se solicitó la oportuna intervención de dichas autoridades para investigar y se solicitó que se ordenen y apliquen las medidas de seguridad o de urgente aplicación pertinentes.