El mundo necesita más soñadores
CDMX.- Natalia Ortega es una actriz mexicana que actualmente radica en Los Angeles, California, y es ejemplo de cómo la disciplina y la pasión lo pueden todo.
Salió de México en medio de la pandemia para ingresar al Stella Adler´s Art of Acting Studio. Antes de mudarse a Estados Unidos para continuar su desarrollo profesional, ya tenía un entrenamiento amplio en la Ciudad de México en técnicas como Teatro Físico de Grotowski, en danza, en acrobacia, teatro clásico, artes escénicas con impacto social y actuación para cine.
¿Cómo continuar lejos de tu país, estudiando y viviendo en un idioma que no es el tuyo y lograr destacar de la manera que lo ha hecho?
“¡Siempre he estado enamorada del arte!” comenta, “me encanta pintar, leer, cantar y crear obras de arte que den voz a quienes son silenciados”.
Mientras estudiaba el Conservatorio Profesional tuvo que crear sus propias puestas en escena y hubo dos proyectos que destacan por su calidad interpretativa y por la temática que abordó. El primero fue un proyecto de poesía en el que se transformó literalmente en un Pachuco, un chicano hablando sobre lo que la frontera simboliza; la crisis existencial de sentir que no perteneces ni aquí, ni allá, las dificultades y la belleza en el camino del migrante.
El segundo fue un unipersonal en el que exploró el tema de la salud mental, compartiendo el punto de vista de Lupe Velez, una de las primeras actrices mexicanas en convertirse un éxito Hollywoodense, quien desafortunadamente se quitó la vida. Al terminar el programa de estudios de dos años y medio tiene muy claro qué tipo de trabajo quiere continuar haciendo.
Actualmente está trabajando con East West Players (la compañía de teatro de color más antigua en Estados Unidos) en la obra “Sama Sama: Solidarity in the Fields”.
Ahí interpreta al personaje de Dolores Huerta en esa historia que habla sobre los Manongs y el Programa Bracero, enfatizando las narrativas compartidas entre la cultura mexicana y la filipina.
Continúa encontrando su camino convencida de que lo logrará como ha logrado su trayecto hasta hoy.
No sé, tal vez mis sueños son muy grandes, jaja, comenta, “creo que el mundo necesita más soñadores”.
VCR