CDMX.- A propósito del Día Mundial de la EPOC, que se conmemora hoy, la neumóloga del Hospital Regional “1° de Octubre”, Guadalupe Espitia Hernández, detalló que el tabaquismo en población adolescente y adulta permanece como el factor de riesgo más importante, por lo que el Issste promueve su prevención y rehabilitación a través de la Red de Clínicas para Dejar de Fumar.
Destacó la importancia de mantener el seguimiento médico estrecho de personas con síntomas respiratorios crónicos de esta patología.
“En el Issste tenemos estrategias y estamos llevando a cabo protocolos de evaluación para detectar algoritmos diagnósticos que nos permitan identificar de manera temprana a estos pacientes con el propósito de brindarles mejor calidad de atención y reforzar todas las acciones en pro de la suspensión y la disminución de consumo de tabaco, del mejoramiento del área ambiente y de la atención temprana de enfermedades desencadenantes.”
“Una vez que detectamos un paciente con problemas de hiperreactividad e inflamación bronquial recurrente, es necesario mantenerlo en estrecha vigilancia médica, porque personas con asma de difícil control que no llevan seguimiento adecuado, en la vida adulta y en etapas tardías van a tener el mismo comportamiento y mal pronóstico de la EPOC producida por tabaco.”
Aproximadamente, la cuarta parte de los pacientes en la etapa 4 van a tener la necesidad del suplemento de oxígeno, indicó la especialista, por lo cual la calidad de vida sufre deterioro considerable. En tanto, el tratamiento en pacientes causa un alto impacto económico a la institución, ya que van a requerir atención, tratamientos especializados y cuidados asistenciales de por vida.
Guadalupe Espitia dijo que hay que recordar que la EPOC no se cura, se controla con medicamentos, principalmente broncodilatadores, pero el factor más importante es evitar el estímulo que la está desencadenando.
Esto quiere decir que las personas que fuman deben suspender el hábito del tabaquismo preferentemente antes del desarrollo de la patología. Detenerlo permitirá revertir el proceso inflamatorio y remodelado bronquial, es decir, se detiene y no progresa, enfatizó la neumóloga del Issste.
Otras medidas preventivas de la EPOC, señaló, consisten en que las y los trabajadores expuestos a gases o polvos contaminantes utilicen equipos de protección industrial personal. En zonas rurales donde la población requiere hacer quema de productos orgánicos como madera y carbón en viviendas para la generación de energía, es necesario mantenerlas bien ventiladas, porque la aspiración recurrente de este humo por largos periodos causa un proceso inflamatorio crónico en los pulmones.
Recalcó que dentro de las comorbilidades más comunes asociadas a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica no diagnosticada, están el infarto agudo al miocardio, la dislipidemia, la enfermedad cerebral vascular (EVC), además de posibles complicaciones como trombosis e infecciones recurrentes. Hay que recordar que la sepsis es una causa muchas veces letal en pacientes que padecen esta condición.
“La prevención es lo más importante y, una vez que se tiene el padecimiento, hay que aplicar medidas de prevención secundaria como: aplicación de vacunas, seguimiento médico, consejería de alimentación, rehabilitación física para optimizar la capacidad aeróbica del organismo y retrasar lo más posible la necesidad de tratamientos suplementarios como el uso de oxígeno”, concluyó la especialista.