Por Glen Rodrigo Magaña
El niño prodigio que quedara huérfano a la edad de 15 años, formado e influenciado por el teatro de Shakespeare, en su adiestrada voz, estremeció a todo su país al dar vida a la pesadilla literaria de H. G. Wells en la radio, alcanzó la cúspide hollywoodense como un novel cineasta creador del “Rosebud” con uno de los rollos más aclamados de toda la historia del cine, su ingenio fílmico denunció las atrocidades nazistas en los años cuarenta, galardonado en cuatro categorías dentro de Cannes, mostró en plano secuencia y de forma única las facetas existencialistas de los villanos en la pantalla grande, columnista en temas políticos, culturales y sociales, vivió el destierro creativo de una industria hipócrita, esa que tiempo después le otorgara un “Oscar honorífico”, pero que al mismo tiempo le negara su apoyo. Extraordinario actor, narrador y dramaturgo, se casó tres veces, mantuvo muchos romances, tuvo cuatro hijos y al final, su vida y obra demuestran que, lo inconcluso, es el factor en la vigencia del gran Orson Welles.
Más que un artículo o un perfil periodístico, es un ensayo dedicado a lo inconcluso, que entre líneas encara al autoengaño, el fracaso, la autocensura y la búsqueda exasperada por la resiliencia. Durante estos años de entintada ausencia, de acallar el verdadero gozo en lo escrito y colérico al autosabotear consciente o inconscientemente el factor creativo, la figura de un cineasta inacabable llamo mi atención, robusto como sus dotes artísticos, de voz profunda, un ser que en la palestra artística se esboza en blanco y negro, de genialidad a escrúpulo hollywoodense, alguien que de lejos es claramente reconocible, pero de cerca, suele ser caótico e indescifrable, hablamos del director fílmico, actor, locutor, conductor, dibujante, dramaturgo, periodista y creativo televisivo estadounidense… Orson Welles.
Inicios trágicos…
“Creo que ninguna palabra basta para explicar la vida de un hombre…”
Orson Welles (O.W.)
Kenosha o “lugar del pez lucio “, tierra del primer Rambler en el Wisconsin norteamericano, es el condado donde naciera George Orson Welles un 6 de mayo de 1915, digamos que era una localidad semillero del talento industrial automotriz, donde Richard Head Welles -padre de Orson-, destacara en el terreno del ciclismo, al inventar la lámpara de acetileno para bicicletas y ser fundador de la Badger Brass Manufacturing Company, además de ser descendiente de uno de los fiscales y políticos más queridos de Kenosha, Orson Sherman Head, motivo del nombre del cineasta.
Respecto a su madre, la pianista Beatrice Ives, fue una figura importante como sufragista en Wisconsin, así como ser presidenta de la Comisión de Educación de Kenosha y una destacada artista local. Además, Orson tenía un hermano, Richard “Dickie” Ives Welles, diez años mayor.
En 1917, Badger Brass fue comprada por CM Hall Lamp de Detroit, el señor Richard Head recibiría una gran suma por la venta de su empresa, la familia Welles se mudaría a Chicago en 1918, pero este delirio por la riqueza fue la perdición de Head, hundiéndose en el alcoholismo y destinos carnales. Mientras que la señora Beatrice, cuentan que encontró consuelo en el médico familiar, el Dr. Maurice Bernstein, apodado “Dadda” por el mismo Orson y en 1919, la señora Ives decide separarse de Richard Head Welles.
El pequeño Orson, recibió educación musical de su madre durante los inicios de la década de los veinte, incluso ubican que la primera aparición de Orson Welles en un escenario fue a los tres años con la soprano italiana Claudia Muzio, en la ópera Madame Butterfly, como el hijo ilegítimo de Cio-Cio San y B. F. Pinkerton, pero el 10 de mayo de 1924, a consecuencia de una hepatitis crónica, Beatrice Ives fallece en un hospital de Chicago, desde ese momento, Orson abandonó la música.
Ingresa a su primera escuela en 1925, la Washington School de Madison, Wisconsin, donde dentro del Campamento para niños de Indianola en el Parque Estatal Gobernador Nelson, dirige y actúa su primer protagónico, con una adaptación de la novela de Robert Louis Stevenson, “Dr. Jekyll y Mr. Hyde”.
En 1926 se incorpora a la Todd School for Boys en Woodstock, Illinois, ahí se entrega por completo al arte escénico y desarrolla diversos papeles en las puestas en escena The Servant in the House, Dust of the Road ó Nativity play, así como elaborar su primer aporte radiofónico para la radio escolar con una adaptación de Sherlock Homes escrita y narrada por él. The Madison Journal -periódico local de Wisconsin-, le otorgaría su primera reseña en una nota titulada como “Dibujante, actor y poeta -y solo tiene diez años- “, y tiempo después, dentro del periodismo, comenzaría a colaborar con The Highland Park New de Illinois de julio de 1928 a septiembre de 1930.
Las vacaciones dentro de los años posteriores a la muerte de su madre, serían entre el Dr. Bernstein o “Dadda” y su padre Richard Head. En lo que se refiere a su hermano “Dickie”, no está muy clara la fecha exacta, pero en esos tiempos, fue internado en un sanatorio de Kanakee durante diez años bajo el diagnóstico de demencia. Triste, ya que, al ser el hermano mayor, sufrió el impacto directo del divorcio de sus padres, el alcoholismo del señor Welles y la muerte de su madre.
El colofón en la infancia trágica de Orson Welles, fue la muerte de su padre el 28 de diciembre de 1930, meses antes, Orson había dado el ultimátum a Richard Head que no volvería a verlo a menos de que dejara la bebida. Richard Head, fallecería solo, en un hotel de Chicago a causa de una insuficiencia renal que le provocó un paro cardiaco a la edad de 58 años.
Shakespeare para el ingenio…
“Los optimistas son incapaces de comprender lo que significa adorar lo imposible…”
O.W.
El teatro es el fundamento artístico de Orson Welles, la substancia de su creatividad, el origen de su talento, con el apoyo de su nuevo tutor, Maurice Bernstein y las letras de un dramaturgo que lo influenciara el resto de su vida… William Shakespeare.
En 1931 se gradúa de la Todd School con una serie de ensayos titulados “The Complete Works of William Shakespeare” y realiza un viaje a Irlanda, donde recibe un contrato con la Dublin Gate Theater Company por el papel del Duque Karl Alexander en Jew Süss de Leon Feuchtwanger, además de participar en otros montajes en Inglaterra y Francia.
Regresaría a Estados Unidos en 1932, para escribir una serie de adaptaciones en tres volúmenes publicada como “Everybody’s Shakespeare”. Al siguiente año viajaría a Marruecos y España, y cuentan que en Sevilla realizó su primera corrida de toros bajo el mote de “El Americano” con unos novillos comprados por él, pero pronto se daría cuenta que, aunque le encantaba la tauromaquia, lo mejor sería admirarla como espectador. En su regreso a Estados Unidos dirigió y actuó en la adaptación de Roger Hill “Noche de Reyes” para la Chicago Drama League. En aquellas fechas, el escritor y dramaturgo Thornton Niven Wilder, ganador de tres Premios Pulitzer, presenta a Welles con el director Guthrie McClintic y la actriz Katherine Cornell, matrimonio fundador de la compañía escénica MC & C, con quienes firmó un contrato como actor para realizar una gira con ellos de 36 semanas.
En el verano de 1934, participaría en el “Summer Festival of Drama” de la Todd School en Woodstock, donde conoció a la entonces actriz en formación Virginia Nicolson, con quien se casaría cuatro meses después, pero lo interesante de aquel festival escénico es que dentro de los tres montajes a cargo de Welles -“Trilby”, “Hamlet” y “Tsar Paul”-, surgió su primer filme con una cámara casera de 16mm de su amigo de la Tood School, William Vance, quien junto con otros estudiantes como Edgerton Paul, Blackie O’Neal y la señorita Nicolson, realizaron The Hearts of Age (1934), un cortometraje mudo con duración de ocho minutos inspirado por el expresionismo alemán, donde invirtieron dos horas, un domingo veraniego, en desarrollar esta cinta experimental, “La muerte” fue el papel que interpretó un lozano Orson Welles con 19 años de edad.
La adaptación teatral de la obra “Panic” escrita por Archibald MacLeish, drama que se desarrolla durante el crack financiero de 1929 y la caída del hombre más rico del mundo, un banquero llamado McGafferty, fue la llave para el encuentro de la dupla de genialidades, el productor de origen rumano John Houseman y la estrella escénica en acenso Orson Welles… era 1935.
Después de presentar esta feroz puesta en escena sobre el capitalismo voraz, el 14 de abril 1936, estrenarían en el Teatro Lafayette en Harlem, Nueva York, una de las joyas de la Negro Theatre Unit, la adaptación shakespeariana “Black Macbeth”, situada dentro de una secta en Haití bajo el sincretismo religioso.
La tercia de obras Houseman-Welles que agitaron al gremio escénico estadounidense fue consumado por “Cesar” en 1937, donde se muestra al titánico emperador romano Julio Cesar, pero bajo el uniforme del fascismo, esto colocó al creativo y al productor en la mirada artística, así como dar por resultado la creación de la Mercury Theatre. También en aquel año, Welles fue contratado por el cineasta Joris Ivens para ser el narrador del documental The Spanish Earth (1937), escrita nada más ni nada menos que por el célebre Ernest Hemingway, se dice que al calor de las discusiones en estudio y después de corregir a Hemingway en dos ocasiones sobre la falta de coherencia entre el texto y las imágenes, el galardonado escritor lo etiquetó de afeminado por sus delicadezas escénicas para el filme y terminaron peleándose a golpes, pero al final de esta peculiar afrenta creativa, estaba sentados como camaradas, codo a codo, con todo el estudio hecho un caos, contemplando el rollo antifascista español bebiendo whisky de la misma botella… ¡Cheers Mr. Hemingway!
La noche del 30 de octubre de 1938…
“Siempre me ha interesado más experimentar que conseguir…”
O.W.
El joven Welles con 23 años de edad, funda junto con Houseman en 1938 el proyecto radiofónico Mercury Theatre On The Air (MTA), así como recibir a su primogénita Christopher Welles Feder en aquel año, “el nombre de varón a mi padre le sonaba bien y eso fue suficiente” comentaría años después la hija del cineasta.
Bien, de regreso a la MTA, el 30 de octubre de 1938 a las 20:00 horas, una adaptación de La Guerra de los Mundos de H.G. Wells sacudiría los Estados Unidos, ya que la señal de un programa musical desde el Hotel Meridian Plaza de Nueva York sería interrumpida para dar un informe fuera de este planeta: “Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de última hora procedente de la Agencia Intercontinental Radio. El profesor Farrel del Observatorio de Mount Jennings de Chicago, reporta que se ha observado en el planeta Marte algunas explosiones que se dirigen a la Tierra con enorme rapidez. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad, nos obligan a creer que los extraños seres han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey, son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte…”.
La histeria colectiva se esparció entre los 12 millones de escuchas aquella noche de otoño, los teléfonos de emergencia no dejaban de sonar, el pánico superó la ficción y a pesar de las advertencias, así como explicaciones de que era una dramatización, el país de las barras y las estrellas creyó que el dominio extraterrestre iniciaba en la Tierra.
El siguiente día, 31 de octubre de 1938, todas las primeras planas de los periódicos estadounidenses reseñaban la historia. En total se registran más de 12 mil artículos publicados y así, el nombre de Orson Welles, sería conocido por todo el país norteamericano como una genialidad bajo el sello de la MTA. Nadie en la historia, ha logrado una crónica de ficción tan realista como Welles, a quien algunos expertos en medios de comunicación lo catalogan como el pionero de las “fake news”.
El 9 de diciembre de 1938, la MTA cambiaría su nombre a “The Campbell Playhouse” como una serie dramática en vivo de la CBS Radio, que contó con 56 emisiones hasta el 9 de marzo de 1940. Así mismo, la Mercury Theatre presentaría su última obra escénica de larga duración “Five Kings” en el Colonial Theatre de Boston, en febrero de 1939.
La fama obtenida por Orson Welles, lo llevaría a firmar un contrato con la RKO Pictures el 22 de julio de 1939, con la tarea de realizar dos películas al año, pero sus dos primeros proyectos Heart of Darkness y The Smiler with the Knife fueron rechazados por la firma hollywoodense.
noviembre 7, 2023
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HOMO ESPACIOS: El inacabable Orson Welles… (I/IV)
Por Vocero
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