Es cercana colaboradora de Marcelo Ebrard
CIUDAD DE MÉXICO.— La senadora Malú Micher, cercana colaboradora de Marcelo Ebrard, perdió los estribos e insultó a la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Ana Lilia Rivera, a quien acusó de no darle la palabra durante la sesión en que se discutía la Ley de Ingresos 2024; tras lo cual, anunció su renuncia a Morena.
En la sesión legislativa del pasado 26 de octubre, el senador Gustavo Madero presentaba unas reservas cuando dijo a la presidenta que Felix Salgado Macedonio quería hacerle una pregunta. Ana Lilia Rivera le respondió que su tiempo había concluido. Después, Malú Micher pidió la palabra y le fue negada también.
Desde su escaño, Malú Micher discutió con su compañera de bancada Citlalli Hernández, y mientras recogía sus documentos y señaló: “En este momento renunció a Morena y me voy a huelga de hambre”, entre aplausos de la oposición. En voz alta, dijo que lo que ella quería era defender a su bancada ante los insultos de Gustavo Madero.
“En este momento renuncio a Morena y me voy a huelga de hambre”, dice la senadora @MaluMicher en medio de una discusión con la también senadora y Secretaria General de Morena, Citlalli Hernández. pic.twitter.com/kvaS4sgNXv
— Adela Micha (@Adela_Micha) October 26, 2023
Por su parte, la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Ana Lilia Rivera, aseguró que su actuación fue en términos del reglamento. Subrayó que la inconformidad de Malú Micher se debió a la negativa de autorizarle preguntas a Gustavo Madero, porque había concluido el tiempo del senador del Grupo Plural en tribuna.
“Mi actuación se mantuvo apegada al reglamento y si ello ocasionó inconformidades, de ninguna manera fue de acción dolosa o inconsistente o con la intención de lastimar o hacer daño a nadie. Intento llevar el orden en un momento álgido donde gritan, donde los grupos parlamentarios empiezan a tener un debate distinto al que es mi obligación a mí representar el orden de esta asamblea”.
Ana Lilia Rivera aseguró estar consciente de que ser presidenta de la Mesa Directiva es complejo, “porque nunca tenemos contento a nadie, ni a los propios ni a los ajenos. Sin embargo, mi actuación siempre será apegada a mi calidad moral y ética, que es la que me ha conducido toda mi vida”.
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