Por Mario Marentes
Adéntrate en la obra en prosa de Amparo Dávila, de su capacidad transformadora, ya que quien lee sus escritos nunca vuelve a ser la misma persona
Un viaje a través de los relatos fantásticos de Amparo Dávila es perfecto para esta temporada otoñal, ya que se aproxima poco a poco esa época del año en la que los ecos fantasmagóricos de las historias de terror empiezan a hacerse cada vez más presentes entre las personas.
La cuentista oriunda de Pinos Altos, Zacatecas, crea con inigualable maestría relato tras relato un mundo laberíntico que evoca a un profundo bosque en el que es fácil adentrarse atraído por enigmáticas figuras compuestas por luces y sombras. Sus cuentos están conformados por personajes extraordinariamente construidos y por situaciones brumosas en las que no es sencillo dilucidar entre la fantasía y la realidad.
“Yo no podía apartar la vista del espejo. Ahora tenía la casi seguridad de que de aquel vacío, de aquella nada, iba a surgir algo, no sé qué, pero algo que debía ser inaudito y terrible, algo cuya vista ni yo ni nadie podría soportar”, relata Amparo Dávila en su cuento El Espejo.
Su obra Cuentos Reunidos incluye 4 de sus magníficos libros de cuentos: Tiempo destrozado, Música Concreta, Árboles Petrificados y Con los ojos bien abiertos. En estos relatos la naturaleza, los aromas florales, los eventos psicológicos traumáticos y la fantasía se mezclan con un fondo de una gran riqueza literaria.
“Entramos a la recámara y no había nadie allí, solo un fuerte olor a gardenias y a nardos, un olor demasiado dulce y pegajoso, denso y oscuro, atrayente y repulsivo, que no se podía dejar de aspirar y que contraía el estómago en una náusea incontenible”, escribió la cuentista en su relato corto Estocolmo 3.
Amparo Dávila nació el 21 de febrero de 1928 en Zacatecas, aunque pasó gran parte de su vida en San Luis Potosí. En 1977 ganó el premio Xavier Villaurrutia por Árboles Petrificados, en el 2015 obtuvo la Medalla Bellas Artes y en 2020 obtuvo el Premio Jorge Ibargüengoitia de Literatura. El premio Bellas Artes de Cuento de San Luis Potosí lleva su nombre desde 2018.
A tres años de su fallecimiento, es importante reconocer que una de las mayores riquezas de la obra en prosa de Amparo Dávila es su capacidad transformadora, ya que quien lee sus escritos nunca vuelve a ser la misma persona. Prueba del talento fuera de serie que tuvo la narradora mexicana.
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