Acusa de apoyo total para Claudia * Ella es la verdadera candidata de AMLO * El Plan B es Adán Augusto, sin plan C * Monreal, va firme para la CDMX *
No hay más que un poder: la conciencia al servicio de la justicia; no hay más que una gloria: el genio, el servicio de la verdad.
Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés
Por Víctor Sánchez Baño
Marcelo Ebrard no se puede dar por sorprendido. Sabía que en la contienda por la candidatura de Morena, es decisión de un solo hombre: el dueño y fundador de ese partido. No se hagan bolas, el gran elector es Andrés Manuel López Obrador. Cualquiera que cándidamente piense que saldrá quien salga ganador en las encuestas, resultará duramente decepcionado.
En el discurso político al interior de ese partido, es de una intensa pugna entre las cuatro corcholatas.
Al igual que Ricardo Monreal, Ebrard, es un político que ya no puede caer en candideces. Su pragmatismo llega a niveles de conocer las entrañas del gobierno, el poder y dinero, mucho más que sus otros dos contrincantes, Claudia Sheinbaum y Adán López. De eso no hay la menor duda.
Las reglas de esta guerra fratricida, la impuso López Obrador. Y, como hemos mencionado en este espacio, él quiere inmiscuirse en la sucesión presidencial, como si fuera el dueño de la “silla maldita” (como calificó a la silla presidencial, Emiliano Zapata, por lo que no se sentó en ella).
Aunque no había calculado que se fracturaría a Morena, el partido que él fundó, hizo crecer y, si se le da la gana, podría destruir. Todo depende si le sirve para un solo objetivo: salvar su integridad física, así como la de sus más cercanos familiares y colaboradores.
Se ve cómo ese partido, poco a poco, a pesar de las encuestas, muchas de ellas cuchareadas, indican que es el partido que podrá ganar las elecciones en el 2024, con el candidato que imponga el Presidente de la República. Al fin y al cabo, es él es el dueño de ese instituto político, al cual le ha invertido miles de millones de pesos, del presupuesto.
Por ello, Marcelo, en el pragmatismo característico de los viejos lobos de la política en el país, podría fracturar en septiembre la estrategia de AMLO, para mantenerse en el poder.
Ese riesgo para Morena, que no midió López Obrador al lanzar a sus corcholatas, ahora está como el principal motivo de que ganen las elecciones los opositores que llevarán, sin duda alguna a Xóchitl Gálvez, como abanderada. Una candidata ciudadana que es agredida todos los días desde el púlpito presidencial.
Como dato al margen: Ricardo Monreal, se fortalece como candidato oficialista en la CDMX, aunque en las encuestas vaya con ventaja Omar García Harfush. El Plan B de AMLO es Adán Augusto y no hay plan C, por lo que Ebrard difícilmente podría ser el candidato presidencial.
@vsanchezbanos