Por Francisco Gómez Maza/ Análisis a Fondo
· También a quienes entraban o salían del velorio de Luis
Muy preocupantes, em estos momentos de la vida nacional, las circunstancias en las que los periodistas realizan su trabajo de investigar, de recabar la información de los hechos y dichos que ocurren en la sociedad mexicana, destacando la grave situación por las que pasan los periodistas en el estado de Nayarit. A las puertas de las casas de periodistas y la casa donde se organizó el velorio del cadáver del periodista corresponsal de La Jornada, se destacaron integrantes de las bandas criminales para investigar quienes salían y quiénes entraban, denunciaron colegas de la localidad.
El periodista Luis Martín Sánchez, corresponsal del diario La Jornada y colaborador del medio Crítica Digital Noticias, desapareció el 5 de este mes de julio y su cuerpo fue hallado por las autoridades investigadoras en una vía abandonada en Tepic, la capital de Nayarit. El mismo día de la desaparición de Sánchez, desaparecieron otros dos periodistas y días después fueron encontrados con vida. Los autores del asesinato de Sánchez se llevaron la computadora, el teléfono móvil y otros equipos del periodista.
Periodistas y trabajadores de los medios manifestaron su descontento ante los asesinatos y exigieron a las autoridades que no los abandonen y que aceleren las investigaciones para encontrar y sancionar a los responsables de los crímenes contra colegas.
Hasta la fecha han sido asesinados seis periodistas en lo que va de 2023, de acuerdo con fuentes periodísticas. (Organizaciones civiles aseguran que ya son seis los periodistas asesinados) Los nombres de las víctimas son los siguientes, de acuerdo con fuentes periodísticas; Gerardo Torres Rentería (Guerrero), Abisaí Pérez Romero (Hidalgo), Ramiro Araujo Ochoa (Baja California), Carlos Acosta (CDMX), Marco Aurelio Ramírez Hernández (Puebla) y Luis Martín Sánchez Iñiguez (Nayarit). De los 17 periodistas que fueron asesinados en 2022, cuatro muertes se registraron en Veracruz. La lista es: José Luis Gamboa Arenas (Veracruz), Margarito Esquivel Martínez (Baja California), Lourdes Maldonado (Baja California), Roberto Toledo, (Michoacán), Marcos Ernesto Islas Flores (Baja California), Heber López Vázquez (Oaxaca), Jorge Camero Zazueta (Sonora), Juan Carlos Muñiz (Zacatecas), Armando Linares López (Michoacán), Luis Enrique Ramírez (Sinaloa), Yessenia Mollinedo (Veracruz), Sheila Johana García Oliveira (Veracruz), Antonio de la Cruz (Tamaulipas), Ernesto Méndez (Guanajuato), Juan Arjón López (Sonora), Fredid Román (Guerrero) y Pedro Pablo Kamul (Veracruz).
No vayamos a las cifras históricas de asesinatos de periodistas, pero son escasos los crímenes que las autoridades de procuración de justicia han esclarecido y la mayoría de los asesinatos han quedado impunes y los asesinos, que pueden ser tanto integrantes de la delincuencia llamada organizada como de la delincuencia de cuello blanco, políticos, gobernantes entre otros, han quedado sin castigo tanto que se ha llegado a calificar a México como uno de los países más peligrosos para los periodistas.
El actual gobierno encabezado por el presidente López Obrador, ante las presiones de las organizaciones de periodistas y defensoras de los derechos humanos, ha informado de los procesos que se siguen ante los asesinatos, pero, enfriados los casos, pareciera que olvida que su trabajo es continuar investigando e informando a la sociedad de los resultados de tales pesquisas.
Por enésima vez, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México pidió a las autoridades mexicanas que protejan a los periodistas, tras el último asesinato de un periodista en México… dijo la ONU en un comunicado de prensa. “La Oficina del Alto Comisionado solicitó a las autoridades de todos los niveles trabajar, de manera coordinada, para garantizar la protección del gremio periodístico de Nayarit”, de acuerdo con el comunicado de la ONU.
Es muy doloroso que colegas que dedican su vida a informar a la sociedad del devenir diario y que publican informaciones verdaderas de la actuación de las autoridades y que informan de las actividades ilícitas de la delincuencia organizada, terminen muertos en un recodo de los caminos y las autoridades hagan muy poco para esclarecer las circunstancias de su muerte y quiénes fueron los autores materiales e intelectuales de su desaparición.
Alejandro Meléndez, periodista, denunció que en Nayarit hubo y hay sicarios fuera del velorio y frente a las casas de periodistas, que no pueden salir para realizar su trabajo. En Veracruz un periodista, Juan Carlos Hinojosa sigue desaparecido. Y en cuanto a la respuesta de las autoridades, no hay nada relevante.
Periodistas protestaron en varias ciudades del país y exigieron a las autoridades el esclarecimiento de los asesinatos.