Pablo Cabañas Díaz.
María Sabina (1894 -1985), fue una curandera mazateca que adquirió fama mundial en la época hippie usando sus Niños Santos -Psylocibe mexicana- como medicina dándoselos a personajes como Bob Dylan, John Lennn, Mick Jagger o Keith Richards… E
l año de 1955 constituye un parteaguas en su vida. Robert Gordon Wasson y Valentina Pavlovnas, fueron a entrevistarla y publicaron el artículo , “Seeking the Magic Mushroom” (En busca del hongo mágico), en la revista Life, María Sabina es buscada por toda una cohorte de curiosos.
Era una época en que coincidían los éxtais chamánicos con las inquietudes del movimiento hippie para experimentar estados de conciencia diversos. Los Wasson mencionan que sus cantos eran poéticos, y recurría a ellos en el clímax de sus veladas ceremoniales con los hongos sagrados. Miguel León Portilla y Earl Shorris en su libro “Antigua y nueva palabra” publicado en 2004, dicen: “ El canto de María Sabina reproducía las letanías de los rezos cristianos”.
Sobre María Sabina, muchos autores narraron lo más sobresaliente de su vida entre ellos el escritor y periodista, Fernando Benítez, quien la dio a conocer en la década de los años setenta en México. La antropóloga estadounidense Joan Halifax en 1995, publicó un libro sobre chamanes del mundo, en donde la describe como un referente importante. Sobre su vida destaca el documental etnográfico de Nicolás Echevarría, titulado María Sabina: “Mujer Espíritu” realizado en 1979.
El periodista Álvaro Estrada publicó en 1977 , “Vida de María Sabina: la sabia de los hongos”. Catorce años antes del libro de Estrada, Fernando Benítez había publicado un artículo llamado: “La santa de los hongos. Vida y misterios de María Sabina”: Estrada se mantiene oculto en gran parte de la narración al darle la voz a María Sabina, pero Fernando Benítez se presenta como un desconocedor parcial de la cultura de María Sabina y arroja varios juicios etnocéntricos sobre ella, además de que él mismo es el que lleva a cabo la narración en primera persona. Un claro ejemplo de la incapacidad de Benítez para hablar horizontalmente de Sabina se presenta cuando se queja de que ella “hable exclusivamente mazateco” puesto que esto “le ha impedido conocerla en toda su riqueza y profundidad espirituales”; es decir, el impedimento no es que él no hable mazateco, sino que ella no hable español.
En la Introducción de Vida de María Sabina: la sabia de los hongos, Estrada proporcionó dos claves más para entender el significado del texto: se omitieron las preguntas del cuestionario que se realizó a María Sabina -aunque se conservan las cintas magnetofónicas donde se grabaron sus respuestas- y existe una conciencia explícita sobre la responsabilidad de escribir la biografía de una persona que, al no saber español, leer ni escribir, no sabe con exactitud si lo que han escrito sobre ella es correcto o no lo es .
Famosa por ser vidente y curandera, su poder y sabiduría estaban íntimamente ligados al uso de los hongos sagrados, conocidos en mazateco como Teonanacatl, en Occidente como Psilocybe , ella, cariñosamente les dio el nombre de “niños”.María Sabina mostraba su poder de sacerdotisa durante las “veladas” -ceremonias nocturnas- que duraban muchas horas. Cantaba transportada por los hongos sagrados en un viaje a los confines del universo.