- Las feministas en Oaxaca, la llaman “oportunista” a la autora cuya curva de aprendizaje costó vidas.
Redacción: SemMéxico
Toluca, Estado de México, 15 de mayo del 2023.- Hace 9 años, la periodista y feminista española, Nuria Varela escribió Feminismo para Principiantes, un volumen asequible para todas las personas, en el que da una explicación histórica el movimiento que ha trastocado toda la historia.
Este libro/guía de Ana Isabel Vásquez Colmenares Guzmán, quien fue exsecretaria de la mujer en Oaxaca, integrante de la Red Mujeres en Plural, y del grupo El Sostén, que fundó Rosario Robles, ha escrito el polémico volumen titulado “¿Feminista Yo?”, que tiene como subtítulo “Guía Básica para entender los feminismos y sus debates hoy”, dice, hay tantos feminismos, que se puede escoger el más conveniente.
Este fin de semana el libro, de la también integrante del Grupo 50+1, se presentó en Toluca, Estado de México, en una reunión en la que, se informó, participó la Secretaría de las Mujeres de aquella entidad, con el objetivo, dice una comunicación oficial, de reconocer la lucha por los derechos humanos de las mujeres. O sea, la lucha feminista.
El volumen, según ha dicho la autora, busca informar, de la manera más simple, sobre el “tema”, rescatando, dijo, las genealogías del “feminismo”, y esclarecer los debates de los feminismos en la época actual. Porque “hay muchos feminismos y muchas maneras de ser feminista”.
Las feministas occidentales, durante 3 siglos, señalan la base fundacional del feminismo y “sus olas”, según su filosofía, su época y su desarrollo, es la discriminación de las mujeres en el mundo occidental y las resistencias patriarcales, como señala la filósofa Amelia Valcárcel, en Sexo y filosofía, Madrid, Ed., Horas y horas.
A Ana Isabel Vásquez Colmenares Guzmán, le parece que esta, su guía, intenta decir las cosas con sencillez y no como “los libros teóricos que son muy complicados”, según explicó en una entrevista en el canal 22, del gobierno de la República el 15 de marzo de este año.
Durante la presentación en Toluca, la autora destacó que se trata de “ponerse las gafas violetas”, que según las investigaciones feministas difundidas por la agencia de noticias AmecoPrees, la metáfora ponerse las gafas violetas, fue utilizada por la escritora Gema Lienas en su libro sobre igualdad y feminismo, destinado a un público adolescente El diario violeta de Carlota, Madrid, 2001, varias veces reeditado, por Planeta y Destino.
Según explica en el texto, -de Gema- consiste en mirar el mundo con una mirada crítica desde el punto de vista del género para ver las desigualdades entre hombres y mujeres y la propia Nuria Varela, deja en claro que ponerse Gafas violeta es una nueva manera de mirar el mundo para darse cuenta de las situaciones injustas, de desventaja, de menosprecio, contra la mujer. Esta nueva mirada se consigue cuestionando los valores androcéntricos, es decir, valores que se dan por buenos vistos desde los ojos masculinos. (pág. 164, edición 2013).
Llama la atención que el boletín de la Secretaría de las Mujeres del Estado de México señale que en la presentación se hizo referencia a aquellas mujeres “que incluso han dado hasta la vida para que este sector -o sea todas las mujeres- tenga más oportunidades, como ocupar espacios que se habían negado, así como tener libertad de hablar y dar voz. No se dice quién estuvo, quién lo dijo y si participaron las funcionarias o quiénes”.
La palabra feminismo surgió en el siglo XVII y XIX. Se atribuyó a diferentes antecedentes, y durante mucho tiempo, se pensó que la palabra había sido inventada por el filósofo socialista (y favorable a la igualdad entre varones y mujeres) Charles Fourier, quien presenció los inicios del movimiento feminista moderno allá por 1830. Pero no necesariamente quería decir lo que ahora sabemos, explica nuevamente un despacho de Ameco Press, resultado de la investigación de Sonia Vaccaro, del 15 de enero de 2015.
Investigación que aclara que hasta que la sufragista francesa Hubertine Auclert se apropió de la palabra en 1882, del mismo modo que las personas “queer” se apropiaron de ese término, que en un principio era una manera negativa de designar a las personas “raras”.
Aportaciones sustantivas, que no encontramos en “Feminista Yo?”, de Ana Vásquez Colmenares, quien se refirió también a que el feminismo da elementos para la acción, es revolucionario y considerado como un movimiento diverso, libertador, una práctica alternativa para ver la realidad y seguir trazando el camino de todas las mujeres (sic).
Vázquez Colmenares fue Secretaría de la Mujer, la tercera en el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, entre enero del 2018 y hasta el 30 de noviembre de 2022. De acuerdo con la agrupación feminista GESMujer, hasta noviembre de 2022, 735 oaxaqueñas fueron asesinadas durante el sexenio de Murat Hinojosa, de las cuales, 120 se conocieron el año pasado. Los grupos de mujeres feministas en Oaxaca, reiteradamente se quejaron de su desempeño y falta de conocimiento.
En Toluca, la autora resaltó que en su libro invita a reflexionar y visibilizar la necesidad de crear la igualdad de género “pero de la mano de los hombres” para educar a las futuras generaciones a modo de que se eliminen roles y estereotipos de género que solo generan discriminación.
Señaló que estas conductas lo único que han permitido es normalizar la violencia, por lo que invita a cuestionar sobre la formación académica y a trabajar juntas y juntos para erradicar todos los tipos de violencia.
También la autora promueve su libro señalando que “como es bien sabido, el feminismo no es un tema acabado; por el contrario, los distintos puntos de vista que existen en torno a este tema, de dónde surgieron esos feminismos para entender dónde estamos paradas, sus protagonistas, la visión patriarcal y los posibles caminos para abrir brechas diferentes, así como comprender qué es lo que ya no podemos aceptar como sociedad”, y Ana Isabel Vásquez Colmenares lo plantea como una guía para construir un mundo basado en la igualdad. De esta forma, principiantes en el “tema”, conocedoras e interesadas -él también insiste- encontrarán, con un lenguaje accesible y personal, el universo que estos feminismos plantean para elegir y vivir de acuerdo con el que más nos acomode (sic). Porque como dice Chimamanda Ngozi Adichie: “Todos deberíamos ser feministas”.
Dice que lo escribió, “hasta para encontrarme a mí misma”, y agrega: «En todos mis futuros, el feminismo será parte importante de mi misión y mi manera de ver el mundo. Así que lo digo con toda claridad: soy feminista, y con ello logré reconciliarme conmigo misma, sentirme cómoda en mi propia piel, más conectada con mi ser femenino y más hermanada con otras mujeres, más libre, independiente y feliz».
La Crítica
En SemMéxico el 20 de febrero de este año, la columnista Soledad Jarquín Edgar escribió: Cito: “El costo de su gestión, que inició el 15 de enero de 2018 y concluyó el 31 de noviembre de 2022, fue muy alto para las oaxaqueñas que pagaron con dolor y sangre, en algunos casos, y en otros, con sus vidas, las omisiones, la simulación y la falta de conocimiento para hacer frente a las tareas responsabilidad del aparato de gobierno, en prevención y atención de la violencia contra las mujeres y, en su caso, a la aplicación de las sanciones y la erradicación de ese fenómeno social que terminó por costar más de 700 vidas de mujeres de todas las edades en el sexenio de Murat caracterizado por complicidades e impunidad.
No era para menos. Ana Isabel Vásquez Colmenares Guzmán quien en aquellos primeros días al frente de la Secretaría reconoció no saber nada, mucho menos ser feminista, se atrevió, en solo unos meses a impartir conferencias magistrales, como sucedió en Quintana Roo en el marco del 65 aniversario del sufragio universal, es decir, en octubre del 2018, donde, por cierto, habló de la sororidad, una palabra que en ella suena hueca de manera sistemática.
“Y no es que no fuera capaz de aprender, porque nunca la hemos acusado de incapaz sino de oportunista, por colgarse de una problemática al que le encuentra el “filón de oro” y favorecerse de manera personal, como buena ególatra”.
“Ana Isabel Vásquez Colmenares Guzmán, como lo hacen otras funcionarias, utilizó la institución para todo menos para cumplir con la tarea encomendada, no por el gobernador quien la nombró al frente de una institución que demandaba el compromiso de una mujer al menos con algo de conocimiento, porque como ya mencioné la curva de aprendizaje tuvo costos altísimos para las mujeres; una funcionaria menos egoísta y más capacitada, porque de ocurrencias está llena la administración pública y los resultados, insisto, están a la vista”.
“La secretaría de las mujeres en tiempos de Vásquez Colmenares y de Murat se convirtió en algo así como en una academia de capacitación vía redes sociales en tiempos de la pandemia y más tarde en la consecutiva realización de pequeños actos sin consecuencia. Una experta en el engaño. Ni duda”.
“La exfuncionaria anunció la semana pasada “el nacimiento” de su libro titulado ¿Feminista, yo? Guía básica para entender los feminismos y sus debates hoy, y envió toda clase de solicitudes para que le ayuden a organizar presentaciones del mismo. Sin duda un enorme atrevimiento, insisto, no por incapaz, sino por oportunista.
Las reacciones no se han hecho esperar, y una de las más claras es la expuesta por las Mujeres Autónomas organizadas Oaxaca, quienes, a través de sus redes sociales, ponen “pinta y pareja” a Ana Isabel Vásquez Colmenares Guzmán, la reina del webinar, quien ya se queja amargamente.
Reproduzco aquí el texto, que no tiene desperdicio alguno:
¿Ana Vásquez Colmenares Feminista?
Al igual que Ivette Moran, quien hizo y sigue haciendo extractivismo de los textiles en Oaxaca aprovechándose de su posición de poder y privilegio de clase, Ana Isabel Vásquez Colmenares hace uso también de su condición privilegiada como hija de un exgobernador de Oaxaca, no solo para ocupar un puesto de poder con el que no pudo y nunca entendió cuál era su trabajo, ahora también utiliza discursos que le son ajenos, porque en Oaxaca nunca tuvo ninguna autoridad moral ni intelectual ni mucho menos como funcionaria o política para poder ahora decirle a las mujeres qué es el feminismo y cuáles son sus debates.
¿Ana Vásquez Colmenares, una mujer blanca, burguesa, de derecha quiere enseñar qué es la desigualdad?
¿Ana Vásquez Colmenares, que jamás ha tenido que padecer hambre, desempleo, violencia en el transporte público ni injusticias por su condición privilegiada, quiere decirnos qué es sufrir opresiones?
Ana Vásquez Colmenares, hija de un exgobernador poderosos de Oaxaca, muestra una vez más su oportunismo para lucrar con mujeres, cuando como secretaria de las mujeres fue cómplice de un gobierno feminicida y jamás realizó actividades sustanciales para prevenir la violencia contra las mujeres, no tuvo gestiones significativas que impactaran en la alerta de género.