Pablo Cabañas Díaz
En 2050, nueve de cada 10 mexicanos vivirán en zonas marginales, a las que no se quiere ver esta es la afirmación de Emiliano Ruiz Parra, quien escribió el libro: “Golondrinas: una colonia marginal del tamaño del mundo”. Un retrato literario de una colonia de Ecatepec, uno de los sitios más desfavorecidos de México. En “Golondrinas” el autor propone replantear el modelo de desarrollo y trabajo, que ha hecho que sólo en las ciudades haya empleo, y por tanto la gente tenga que migrar a ellas para buscarlo. El trabajo de Ruiz Parra nos hace reflexionar sobre si valen más los deseos y los sueños de las personas en la abundancia o en la precariedad . De paso, dice a los jóvenes que han crecido en estas zonas que sus historias son importantes, que se tienen que contar, hacerlas visibles y problematizarlas, pues “las soluciones empiezan por mirar los problemas”.
El escritor describe las características humanas y los problemas sociales del urbanismo fallido y la sobrepoblación. Parra documenta y asimila la transformación de la tierra de una zona marginada. “La historia de “Golondrinas”, es la historia de México, y para los que somos de fuera, es un gran manual sobre historia reciente, sobre el que uno va aprendiendo; es la lucha por el agua, la lucha de las mujeres, desde la menstruación hasta la higiene en lugares que no reúnen las condiciones para ello, es ver a familias tratando de salir adelante dignamente, pero que tienen que cocinar, los caracoles que encuentran en las milpas o robar las mazorcas que pueden para llevar algo de comer a casa y es ver cómo surge la dependencia y el acarreo con los poderes políticos”. “Golondrinas” es una historia universal: se puede encontrar en Lagos, Nigeria; en Cochabamba, Bolivia; en las Filipinas o Estambul, en donde mientras los hombres salen a desempeñar algún oficio, algún trabajo, las mujeres se quedan a construir su espacio vital, a conquistar su derecho al agua, a las escuelas, a la tierra, a la vivienda, mientras están criando a sus hijos.