*El felino mesoamericano se niega a desaparecer.
*Imponente, legendario y misterioso, es el rey de las selvas.
*Podría extinguirse irremediablemente en pocos años.
*Deben tomarse todas las medidas necesarias para su conservación.
Por Luis Alberto García
Zamora Pico de Oro, Chiapas.- Al seguir los pasos del jaguar, numerosos científicos y ambientalistas se han introducido en investigaciones sobre esta especie en peligro de extinción que, con tonos y acentos seductores, invitan a conocer el hábitat y las acciones que se llevan a cabo para la preservación de una especie única en su género.
Y aquí surge una pregunta sumamente inquietante sobre el futuro de los jaguares en México: ¿hay esperanza para ellos, símbolo de una estirpe, figura zoomorfa que da identidad a una nación y a su pasado?
Programas de educación ambiental, apertura a la industria del turismo y planes de trabajo regional de conservación buscan abrir la puerta para que la extinción del jaguar en México no sea una realidad y tan sólo quede en un mal recuerdo.
La extinción de los jaguares en México se debe principalmente a la caza, la deforestación, el cambio climático y la ganadería, coinciden en señalar especialistas, biólogos, antropólogos sociales y otros científicos que han manifestados su preocupación por esos felinos magníficos
El hecho real es que el jaguar se encuentra al borde de la extinción en México por esas y otras causas, reiteradamente la deforestación, el cambio climático, la caza furtiva, el tráfico ilegal, los conflictos con ganaderos o la falta de alimento en su hábitat natural.
Estos factores han llevado a la Procuraduría Federal de Protección del Ambiente a que, de tiempo atrás, se emitiera la NOM-059-SEMARNAT en la que se declara el futuro incierto de esta especie que parece estar condenada para siempre a gradualmente abandonar las tierras mexicanas.
Y la pregunta clave, después de conocer en el sur del país la realidad del rey de nuestras selvas -específicamente en Campeche y Chiapas, es ¿aún hay esperanza?
Los números y dicen que no, que no hay mucha, pero los encargados de crear las opciones que permiten un futuro para el felino que manda en las selvas mesoamericanas tienen el objetivo claro y para ellos la respuesta es sí, absoluta y totalmente sí., como lo muestran los estudios seria sobre el caso que revisamos.
¿Qué hacer para salvar a esa especie?. Es una pregunta difícil de responder, complejísima.
Hay buenas expectativas cuando se ven las cámaras de foto trampeo que, en regiones de Campeche, permiten observar al felino y avanzar en su estudio, como las que son colocadas por pobladores que buscan nuevas opciones de vida para el animal.
Y el punto de partida, como siempre, es la educación, comenzando por los distintos programas de concientización ambiental que se han implementado en la región por parte de ONG’s e instituciones gubernamentales que han permitido que, por ejemplo, cazadores y ganaderos, dos de los principales enemigos del jaguar, entiendan la dimensión del problema. ¡Dejen de cazarlos, dejen de capturarlos para venta, dejen de matarlos1
Encuentran a veces soluciones en común para erradicar la desaparición y las causas de la misma. Enfrentados a las pocas posibilidades laborales que existen en los ejidos y comunidades de la región, donde la primera opción para comer es cazar, los distintos involucrados en los trabajos de conservación han encontrado un entusiasmo auténtico hacia temas como el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad, la deforestación y la extinción en las nuevas generaciones que ven grandes oportunidades en el eco-turismo del sur del país.
A manera de ejemplo ahí están las historias de los pobladores de estas regiones, quienes están de acuerdo en el rol que cada uno juega cada vez que entran a la selva para vigilar y cuidar de un patrimonio común, de todos, como la fauna y la naturaleza que la rodea.