México toma nota de la declaración de Perú y saca al embajador Pablo Monroy Conesa
Por Bárbara Heredia
CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de que en su discurso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habla del “principio fundamental de nuestra política exterior, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos”; en los hechos esto no sucede así a los ojos de la presidenta en funciones de Perú, Dina Boluarte, quien denunció una política injerencista en asuntos internos peruanos.
A través de la canciller peruana, Ana Celia Gervasi, fue declarado persona “non grata” el embajador de México en Perú, Pablo Monroy, por lo que le dieron 72 horas para abandonar el país por «las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de México sobre la situación política de Perú, violatorias del principio de no intervención”.
El pasado 7 de diciembre, el gobierno de López Obrador ordenó a la embajada de México en Perú darle asilo al ex presidente peruano, Pedro Castillo, destituido de su cargo por el Congreso de su país porque pretendió dar un golpe de Estado.
Sin embargo antes de llegar a la embajada de México en Perú, Castillo fue detenido y encarcelado por las autoridades de justicia de su país.
En tanto que hoy 20 de diciembre, por la mañana el Gobierno Mexicano dio asilo a la familia de Pedro Castillo en la embajada mexicana, donde ya se encontraba Lilia Paredes la esposa del ex mandatario de Perú, acusada de corrupción y organización criminal.
Con eso se acumularon los eventos que al parecer del gobierno de Perú son acciones injerencistas.
México reprobó la decisión de Perú contra el embajador Monroy Conesa
En tanto, El Gobierno de México tomó nota de la comunicación por la que se declara persona non grata al embajador Pablo Monroy Conesa. De manera que:
“La Secretaría de Relaciones Exteriores ha instruido al embajador Pablo Monroy Conesa regresar a México con el fin de resguardar su seguridad e integridad física. La Embajada de México en Perú quedará a cargo de la primera secretaria Karla Tatiana Ornelas Loera, actual jefa de Cancillería de la Misión. Nuestra Representación continuará operando con normalidad tras este movimiento”.
En un comunicado de tres párrafos, la cancillería presidida por Marcelo Ebrard, informó que “México cree firmemente en el diálogo y seguirá manteniendo los canales de comunicación abiertos con todos los interlocutores, especialmente para atender las necesidades de los mexicanos avecindados en el Perú”.
En un twitter, por la noche del 20 de diciembre, el canciller Ebrard consideró que la decisión de emplazar al embajador por parte de Perú «es decisión infundada y reprobable. La conducta de nuestro embajador ha estado apegada a derecho y al principio de no intervención.México no variará su posición».
En los últimos días el embajador Monroy Conesa estuvo muy activo al intentar contactar con todos los mexicanos que estuvieran en Perú y quisieran regresar a México, luego de la crisis que se vive en ese país a raíz de las protestas encabezadas por los seguidores del depuesto presidente Castillo.
Para el 21 de diciembre, el embajador Monroy Conesa ya estaba en la Ciudad México, se vino expulsado de Perú con Lilia Paredes, la esposa del depuesto presidente peruano, Pedro Castillo , y con los hijos de éste preso acusado de desestabilizar a su país y de encabezar una organización criminal a la que se atribuyen varios delitos, tráfico de influencias y colusión delictiva.
El canciller mexicano Marcelo Ebrad dijo que con eso México honra su tradición de asilo.
VCR/BH