MÉXICO.– En el corazón de la Selva del Petén, Guatemala, se lleva a cabo el Encuentro de la Alianza One Health Selva Maya (AOHSM) con más de 70 organizaciones para compartir conocimientos entre líderes comunitarios, autoridades, académicos y ONG’s, para cuidar la salud humana, animal y ambiental.
Arturo Balam Coyoc, encargado de la Dirección de las Reservas Estatales de Balam Kú y Balam Kin, representa a Campeche en este encuentro que fue inaugurado por el director regional del Consejo de Áreas Protegidas de Guatemala, Apolinario Córdova, junto con Klaus Schnellbach director del Programa Selva Maya de la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ).
La Selva Maya comprende parte del territorio de Belice, el norte de Guatemala y el sureste de México; representa uno de los sistemas ecológicos de mayor importancia a nivel global. Es considerado el bosque tropical más extenso en Mesoamérica, cuenta con una superficie de áreas protegidas mayores a los cuatro millones de hectáreas, lo que la convierte en el segundo macizo forestal más grande, únicamente después del Amazonas.
Los retos que enfrenta la Selva Maya solo se pueden contener con la suma de esfuerzos de gobiernos de los tres países y la participación de investigadores, organizaciones internacionales, sociedad civil y sobre todo, las comunidades.
Con la colaboración trinacional se han realizado recorridos transfronterizos con la finalidad de detectar puntos de incidencia delictiva de tala y cacería ilegales, y el intercambio de experiencias para la protección y conservación de la Selva Maya.
La Selva Maya no conoce fronteras, por ello es necesaria la alianza entre México, Guatemala y Belice para trabajar por su conservación.
En simultáneo también se lleva a cabo el “Intercambio Monitoreo Selva Maya II: Intercambio de Información y Elaboración de Métodos Estandarizados para Monitoreo de la Biodiversidad en el Selva Maya”, donde Omar Parrao, participa representando a la SEMABICCE y las reservas estatales Balam Kú y Balam Kin.
Este intercambio tiene como meta abrir el diálogo entre los 3 países para alcanzar una estandarización y colaboración para el monitoreo a largo plazo, además de unir proyectos existentes de monitoreo de cuerpos de agua y obtener datos complementarios, definiendo un protocolo de seguimiento en común para comenzar a implementarse en 2023.
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