Por Rafael Cardona
Con toda seguridad los versos de noviembre llamados “calaveritas” o simplemente “calaveras”, provienen, de muy lejos, de la tradición latina del epigrama hiriente, ácido, punzante. Pero no se necesita ser Marcial para practicarlo de vez en cuando.
Hoy se asocian estas cuartetas, décimas, sonetos o métricas diversas, con un sentido irónico de la crítica a los quehaceres, ambiciones, palabras, actitudes o falsedades de los políticos.
Vista la forma como se conducen nuestros políticos, se diría sin tremor al yerro: ellos son su propio epigrama. Son su mejor burla. Su ironía consiste en tomarse – y exhibirse–, en serio, con impúdica seriedad.
Así pues, con la venia (o sin ella), sigo esta tradición:
MARCELO
Se te corrió el maquillaje
De oportunista catrín
Cuando llegabas de viaje
Desde remoto confín.
Rebuscas a cada
Paso el presidencial agrado
Se te borra la papada
Y te ves desmejorado,
Pero la duda te mata
Con disfraz de jalogüin,
Guardas la vana intención:
Destacar de corcholata
O al menos de Tin-Larín.
MONREAL
Tiene Zacatecas raza
De toros de gran bravura,
De valor en cualquier casa;
Mujeres con hermosura,
Con negros ojos de brasa
Y un político de entraña,
Aunque se vistan de charro
Disfrazados de difunto,
Seguro ante la guadaña,
Y se le plante muy guarro
A quien lo echó del conjunto
Colgándolo de la brocha
Para la encuesta de barro…
¡Que venga el niño de Atocha!
CLAUDIA
Se te murió la palmera
¡qué dolor!
Se te secó el ahuehuete,
¡Vaya horror!
No da pa’ más el caletre,
¡Si señor!
Se te cruzó el vampirete.
¡Poco amor!
Pero sigues lisonjera
Creyendo vana ilusión
Porque te crees heredera,
De la tal Transformación,
Pero te ves en un brete,
¡Qué chisguete!
No conocerás sillón
Con águila de copete,
ni envueltita en la bandera.
AMLO
Mejor ya no digas nada,
Tu discurso está de hamaca.
Ya aturde tu chachalaca
De mentiras reiteradas,
Las Dos Bocas mal habladas
O tu aeropuerto matraca;
Ni la salud es vikinga
Y la sangre todo pringa
Y Frente a los malos ratos
Presumes tus otros datos,
Y no existe medicina
Camino a Badiraguato,
Y el cadáver no camina
Aunque le insistas un rato.
Mejor ya guarda decoro
Vete y cambia el cash por oro
pues tu lengua devaluada
sólo sube a su patín
Camino de La Chingada.
ADÁN
Pero no por eso dejas
Con críticas muy añejas
De molestar con un grito
Entre condenas y quejas,
Al norte trabajador,
A ese que come cabrito
Y resulta emprendedor,
Por eso vale poquito,
Tu conducta de censor.
Lo importante, así lo admito,
Y la verdad yo lo admiro
Es tu crónico disfraz
De selvático vampiro.