· La aposición, dispersa, en ocasiones endeble o incluso temerosa
· No hay posibilidad seria de construir un equilibrio político futuro
Por Francisco Gómez Maza
Ricardo Monreal Ávila, líder de la mayoría morenista en el Senado y ave de tempestades al interior del partido mayoritario, encabezado por el presidente López Obrador, no repara en ser una voz “individualísima, personalísima y, en tiempos de sucesiones, habla de todas las temáticas políticas que lo posicionan como el suspirante a la presidencia de la república más presente en los medios.
Quizá por el rol que desempeña -líder de la mayoría senatorial, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM-, su presencia se nota en todo el espectro político, y actualmente electoral.
El senador zacatecano fustiga tanto a la dispersa, endeble y temerosa oposición, como cuestiona al presidente López Obrador por no haberlo incluido entre los suspirantes morenistas a sustituirlo en el 2024.
Pero también asegura, sin temor a equivocarse, que él estará como candidato en la boleta durante la jornada electoral del 2024 con la que los ciudadanos elegirán al sucesor de Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la república.
Por lo pronto, Ricardo Monreal Ávila pareciera que exagera su presencia en los medios tanto escritos como radiales y televisivos. Lo apalean los morenistas que no confían en él, pero lo exaltan millones y lo vitorean en cualquier lugar público donde se presenta. El zacatecano ya está en el informe anual de un senador o senadora, en el informe de gobierno de un gobernador, en un congreso universitario en la Facultad de Derecho o en un programa de televisión o de radio.
No tiene ningún reparo en cuestionar lo que hay que cuestionar de la política nacional.
Hacia el fin de semana pasado, al hablar de los poderes legislativos, el senador no tuvo empacho en calificar a la oposición, hablando del poder que tiene el Congreso mexicano. Consideró que actualmente hay una aposición dispersa, en ocasiones endeble o incluso temerosa y, a pesar de ello, el Congreso mexicano tiene más arrestos que en otras épocas. El coordinador parlamentario de Morena participó en un foro sobre el Poder Legislativo, que organizó el Instituto de Estudios para la Transición Democrática, en el Museo Casa León Trotsky.
Consideró que no se observa, como en el pasado, a una oposición fuerte, coherente, significativa, incluso influyente. “Al contrario, veo pequeños y aislados esfuerzos al interior de sus partidos, pero no hay una posibilidad seria de construir un equilibrio político próximo, futuro”.
Monreal fue duro, pero realista, al cuestionar a los opositores, que ya estarán rechinando los dientes de rabia porque, a cambio de denostaciones, cuestionamientos ramplones, críticas irracionales, insultos, reciben respuestas analíticas, reales, objetivas de su comportamiento en la lucha electoral que está tomando fuerza y que es aprovechada por el senador Monreal, como ninguno, para hacerse presente, inobjetable como el más viable candidato a la presidencia de la república, yo quiero suponer que por el Movimiento de Regeneración Nacional. En donde tiene el doctor Monreal muchos adversarios.
Pero el que tenga adversarios no debe de causar escándalo. En Morena hay de todo. Hay una fauna que jamás podrá ponerse de acuerdo y este desacuerdo podría ser fatal para la vida del movimiento como institución partidaria.
Así que Monreal no puede ser simpático con todos los morenistas. Y ya lo quisieran los opositores, tanto del PAN como del resto opositor para que los representara en la elección presidencial. Pero por lo visto, Monreal no renunciará a su militancia que le ha costado muchos sacrificios mantener.
Claro que Monreal está consciente de que, durante más de 16 meses, ha resistido la embestida mediática digital, y de bots en su contra. Son redes de intereses claros que lo atacan un día sí y el otro también por todos los motivos, por cualquier motivo, seguramente por indicaciones de quienes no quieren que esté en la boleta presidencial y que suceda al Presidente de la República. El los califica de “muy burdos.”