Por Francisco Gómez Maza
· México crece poquito, pero crece
· No se enseñorea la hiperinflación
Increíble pero aún hay estudiosos de la ciencia económica que están convencidos de que la economía mexicana está en un escenario de estanflación, ya que – dicen – hay un estancamiento en la actividad económica, la inversión se encuentra deprimida, el desempleo está en su punto y existen altos niveles de inflación. La verdad dista mucho de esta enfermiza conclusión.
No tiene ni idea de los daños gravísimos que causa una hiperinflación. Algunos analistas creen que la economía pueda entrar en recesión en el año 2023 gracias al aumento de la incertidumbre tanto local como estadounidense. Ya hemos asegurado en este espacio que la inflación trae incertidumbre en torno al destino de la economía.
Sin embargo, la economía no ha hecho y no hará agua porque está siendo resiliente. Se niega a entrar en una crisis por múltiples razones, por las multimillonarias remesas que los mexicanos en el exterior envían a sus familiares acá en México, por mencionar un hecho tan relevante que ayuda a la economía nacional.
Entonces, por lo menos en lo que resta del año, ni se preocupe. No habrá recesión y esperamos que tampoco la haya el año venidero, a pesar de las voces de algunos agoreros del desastre. La economía estará muy movida el año próximo por las derramas impulsadas por la política. Además, ha demostrado ser muy resiliente
El receso tampoco ha dañado a la economía del más importante socio de la economía mexicana, la de Estados Unidos, de la que se ha dicho que está ya en la lona, pero que continúa vivita y coleando, precisamente por ser la economía más grande y pujante del mundo. Dicen que China la superará en menos que canta un gallo y ya habido muchos gallos cantadores en todos los palenques chinos del mundo.
La guerra entre Rusia y Ucrania a quienes más ha pegado es a los países de la Unión Europea, que seguramente sufrirán el invierno más despiadado porque, a cambio de los castigos que impuso a Rusia, ésta les cerró las llaves del gas con el cual los europeos cocinan y se calientan en las terribles temporadas de frío invierno.
Factor de suma importancia es la economía de Estados Unidos. Pero independientemente del comportamiento de la economía de Estados Unidos, la actividad económica mexicana ha continuado recuperándose, levemente, pero recuperándose; la información oportuna indica que, en el segundo trimestre de 2022, la mexicana avanzó a un ritmo similar al del trimestre anterior.
Algunos admiradores de cifras destacan que la recuperación continúa a pesar del entorno complejo que las cifras mensuales del IGAE indican que en el bimestre mayo-junio se registró cierta moderación.
Por otro lado, la producción industrial siguió recuperándose, apoyada por avances en el sector manufacturero. También contribuyó a ello una ligera reactivación en la construcción. La minería y la construcción mantienen un comportamiento plano desde los primeros meses de 2021. Por otro lado, los servicios siguieron expandiéndose, si bien algunos comportamiento también plano.
Por el lado de la oferta, la producción industrial siguió recuperándose, apoyada por los avances en el sector en el sector manufacturero. Contribuyó a ello una ligera reactivación de la construcción
Por el lado de la demanda, el consumo siguió recuperándose. La reactivación ha sido en mayor medida en el consumo de bienes importados.
La neta es que la economía mexicana está muy lejos de una plena recuperación que lo lleve a un producto de dos dígitos, pero si bien la inflación es elevada, no hay ningún indicio de estanflación, fenómeno que alguien le llamó así porque una economía padece altísima inflación y ningún crecimiento económico, amén de un desempleo galopante. La verdad es que quienes, desde los espacios periodísticos, invocan una estanflación ni idea tienen de lo que dicen.