Por Libertad López
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras la tragedia de un pocito de carbón inundado en Sabinas, Coahuila, la única zona carbonífera del país, donde quedaron atrapados 13 mineros, la organización Familia Pasta de Conchos exigió al Estado que se realice “cuanto esté a su alcance” para rescatar a los mineros atrapados, a quienes sus familias esperan volver a ver luego del derrumbe en un pozo.
En esa zona, con por lo menos una explosión cada año en los últimos cien, son los registrados y documentados por distintas organizaciones y el trabajo de investigación, Las Viudas del Carbón: Mujeres sin Nombre, que centra su atención en las condiciones que la muerte de los mineros ha dejado a sus viudas, sus hijas e hijos, por el abandono de autoridades, empresas y sindicato.
Esa inundación evidenció, hizo visible la situación de las viudas, esas mujeres que nadie ve y que no están en las agendas públicas, ni en los temas centrales del feminismo.
Ellas por generaciones, han padecido de la pérdida de sus parejas, por la negligencia de las autoridades y la total impunidad con la que laboran las empresas y los llamados pocitos, de donde se extrae el carbón que sirve de base a la industria eléctrica y muchos años a la siderúrgica, hoy se sumaran al menos 7 viudas.
Los testimonios de las mujeres en el documental de referencia, es la parte que generó mayor impacto, pues son ellas, de diversas edades, viudas de diferentes tragedias, con una historia y una situación común que las hermana, aunque nunca se relacionen directamente.
Posicionamiento de la organización Familia Pasta de Conchos
Por medio de un comunicado, la organización fundada en 2006 tras la explosión de la mina de carbón en Pasta de Conchos en la que murieron 65 trabajadores, también reiteraron que en la Zona, de 100 kilómetros a la redonda, prevalece la falta de inspecciones que desencadena en tragedias.
“El siniestro del día de hoy –miércoles 3 de agosto- en la zona carbonífera da cuenta que las condiciones estructurales que ocasionaron los hechos de Pasta de Conchos en 2006 no se han revertido”, se lee en el comunicado compartido por la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) en sus redes sociales.
Además señalaron que la falta de inspecciones, la complicidad con las empresas y la desprotección de los trabajadores continúan dentro de la esfera minera, y que estos factores son los que propician que se repitan tragedias como la de la mina de Múzquiz en junio de 2021, y una estela donde por tres generaciones las mujeres han quedado viudas.
Por lo que recalcaron en que las exigencias de la organización son el rescate de cuerpos y que se implementen medidas que aseguren la no repetición en lugar de monumentos.
(Foto: @MXREMA)
“Precisamente la exigencia de rescate de los cuerpos y medidas de no repetición -y no primordialmente indemnizaciones y monumentos- ha sido la demanda permanente de las familias y organizaciones que presentamos el caso ante la CIDH”
Por este motivo la Familia Pasta de Conchos llamó al gobierno a “realizar con diligencia cuanto esté a su alcance para el rescate y a revisar de fondo las condiciones de la minería en la zona”.
El siniestro se registró alrededor de las 13:35 horas del miércoles en la zona conocida como Conchas de la comunidad de Agujita. De acuerdo con el informe oficial, tres pozos comunicados en una mina se inundaron.
Con el reblandecimiento de las paredes al interior, se colapsaron dejando atrapados a los trabajadores que se encontraban a 60 metros de profundidad.
Aunque la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) detalló que el accidente ocurrió cuando los trabajadores en actividades de excavación, se toparon con un área contigua llena de agua, que al derrumbarse provocó una inundación.
En las obras de rescate se encuentran involucradas alrededor de 269 elementos de los tres niveles de gobierno: siete dependencias del gobierno con 140 elementos; 10 dependencias del gobierno de Coahuila con 52 elementos; 4 dependencias municipales con 38 elementos, y cinco organizaciones con 39 elementos.
De las personas atrapadas, solo se ha logrado, hasta el momento, el rescate de tres de los mineros, mientras que 10 siguen atrapados. Los mineros rescatados fueron llevados a un hospital del IMSS de la zona, según informó la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Familia Pasta de Conchos
La Organización, de acuerdo a su página oficial, surgió en el 2006 tras el derrumbe en la mina 8, Unida Pasta de Conchos, gestionada por la empresa Grupo México, en la que quedaron 65 mineros atrapados los cuales fueron declarados fallecidos por la empresa cinco días después sin haber instalado equipo de monitoreo que diera una ubicación precisa.
A raíz de esto, familiares de los trabajadores, se juntaron para exigir el rescate de los cuerpos y posteriormente se sumaron a las exigencias de mejoras en las condiciones laborales para los mineros, pues días antes de la catástrofe, trabajadores denunciaron irregularidades en la mina.
Cabe señalar que en el 2020, Andrés Manuel López Obrador firmó una carta compromiso para que se llevara a cabo la recuperación de los restos en el 2021. Solo se han recuperado dos, el primero en el 2006 y el segundo en el 2007.
Nada ha cambiado
La realidad es que las cosas no han cambiado. A 14 años, de lo que se consideró un “avance” con la publicación de la Norma Oficial Mexicana 032-2009-STPS, que establece el equipo y las condiciones para trabajar en las minas. Norma violada sistemáticamente. Papel mojado. Lo otro es una iniciativa de ley para establecer una Comisión Nacional Reguladora de la Industria del Carbón que duerme el sueño de los justos en el Senado de la República.
Las viudas, las familias apoyadas únicamente por la organización llamada Familia Pasta de Conchos y el Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL), así como la pastoral del obispado de Saltillo, han puesto cuerpo y alma para documentar cómo en la zona se viola la ley, se hace caso omiso de inspecciones (85 mandatadas en 2010, de las que no se hizo ni la mitad) y han aguantado la embestida de las empresas y los gobiernos Federal y Estatal. Incluso algunos de quienes ostentan su representación han sido amenazados y perseguidos.
Las viudas de varias generaciones y las familias nunca han recibido el apoyo económico necesario. Lo cierto es que se puede dudar. Qué es lo que hará realmente el gobierno actual. El de Peña Nieto, el Senado y la Ley Pendiente, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que tiene todo el expediente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Cámara de Diputados que también tiene un expediente completo, los organismos internacionales que tienen la denuncia hace al menos 12 o años, para los mineros, ahora obligados a continuar por las necesidades de la Comisión Federal de Electricidad, están igual que hace 50, 40, 30 años.
De lo que puede recordarse es a la región Carbonífera, región gris llena de hollín, donde las mujeres vieron durante años pasar el tiempo azoradas y sin destino, es que existen hoy muchas mujeres y muchos hombres que no se arredran, viudas que no aceptan la injusticia, familias decididas a continuar sus demandas y apostar lo que esté a su alcance para que las cosas sean de otra manera, a pesar de todos los obstáculos.
Hay, como en Ciudad Juárez o Atenco, suficientes libros, documentos, cronologías, documentales y testimoniales de la desgracia. Es tiempo de que haya resultados.