En sus monólogos de la conferencia mañanera, primero se mofó de la solicitud de controversia y ahora dice que le enviará una carta al presidente de EU para explicarle un apartado del Tratado porque «a lo mejor no sabe»
Por Bárbara Heredia
CIUDAD DE MÉXICO.- En Palacio Nacional solicitaron el apoyo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que comanda el muy cercano Francisco Cervantes, para apoyar a México ante las consultas del T-MEC, que Estados Unidos y Canadá solicitaron en materia energética, luego de que hace días el presidente Andrés Manuel López Obrador se mofó de la petición de sus socios comerciales, «uy que miedo» esbozó e inlcuso puso una canción popular de Chico Che.
En Presidencia saben que la batalla legal por las posibles violaciones al acuerdo será difícil y costosa, por lo que ya pasaron la factura a Cervantes por impulsarlo para encabezar la cúpula empresarial.
Anoche, el presidente Andrés Manuel López Obrador convocó a empresarios en Palacio Nacional, entre ellos el propio Cervantes quien se mostró optimista sobre las diferencias de EUA y Canadá por la controversia en la política energética mexicana.
Destacó que México se encuentra todavía en el periodo de las consultas y para ello hay coordinación con la Cancillería y la Secretaría de Economía, desde donde se revisan diversos temas. De momento, dijo, lo que está en juego son los aranceles.
En tanto en la conferencia mañanera, López Obrador mencionó que si tener acceso al mercado más importante del mundo implicaba ceder soberanía, no se aceptará, porque según dijo no somos colonia de nadie. Comentó con los asistentes si querían que enviara una carta al presidente de EU, Joe Biden, para explicarle el Capítulo 8 del tratado porque -comentó- a «la mejor no sabe».
Agregó en su monólogo que no habrá ruptura del tratado como quisieran a quienes él llama conservadores pues -agregó- a nadie le conviene.
Por su parte José Abugaber, presidente de la CONCAMIN comentó que su postura es defender la soberanía nacional sin dejar de respetar las leyes que se establecen en los tratados internacionales. Por lo que como representante de los industriales: hacemos un llamado a defender el #TMEC y cuidar de las exportaciones. #TodosSomosMéxico
Controversias de México en el TMEC
La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Kai, recién manifestó la preocupación del gobierno de Estados Unidos por los cambios en las políticas energéticas en México, en beneficio de Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), luego de las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica.
Consideran que estos cambios significan un trato desigual e injusto para las empresas estadounidenses, por lo que solicitaría a México iniciar consultas que resuelvan la controversia, en el marco del TMEC. De igual forma Canadá se sumó a la petición. Las consultas están previstas en el tratado comercial entre los tres países, en una etapa de conciliación de controversias con vigencia de 75 días y de no llegar a acuerdos se aplicarán sanciones compensatorias.
En consulta con el corporativo de abogados Vazquez Tercer & Zepeda ( https://vtz.mx) informó que las acciones del gobierno mexicano en materia energética se han desligado de las obligaciones que tiene México en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Dichas desviaciones podrían dar lugar a arbitrajes de inversión en el marco del capítulo 14 del TMEC.
Capítulo 8 del T-MEC
El gobierno mexicano sostiene que estas medidas energéticas están justificadas o exceptuadas por el capítulo 8 del TMEC. El capítulo 8 del TMEC reconoce la propiedad de México sobre los hidrocarburos en el subsuelo. Curiosamente, el Gobierno de México pareciera considerar que el capítulo 8 del TMEC es una carte blanche para todo el sector energético, incluyendo el eléctrico. Sin embargo, el Capítulo 8 no es aplicable al sector eléctrico, pues el capítulo se refiere única y exclusivamente a la propiedad de los hidrocarburos en el subsuelo.
Justificándose en el capítulo 8 del TMEC, agregó el despacho, el actual gobierno plantea una política para limitar la participación del sector privado en el sector eléctrico del 62% al 46%. Los expertos consideran que existen altas posibilidades de que México será objeto de arbitrajes de inversión bajo este tipo de políticas.
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