CHIHUAHUA.— Los hermanos Berrelleza Rábago, quienes el pasado 20 de junio —el mismo día que asesinaron a los dos sacerdotes jesuitas en la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua— fueron secuestrados por José Noriel Portillo, El Chueco, tras un desacuerdo en un partido de beisbol, fueron localizados por las autoridades.
⇒ A Jesús Armando y Paul Osvaldo se les ubicó en distintos puntos de la Sierra Tarahumara, durante los rastreos por tierra y aire realizados en conjunto por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional y Fiscalía General de Chihuahua.
A Jesús Armado Berrelleza Rábago se le encontró en buen estado de salud el pasado 4 de julio en la comunidad de El Chorro, municipio de Urique, donde tras recibir atención médica, fue integrado al programa de protección a testigos protegidos y permanecerá bajo resguardo de la Fiscalía estatal.
“Él recibió asistencia médica, además se le está otorgando atención psicológica y todo lo que sea necesario”, indicó el fiscal Roberto Javier Fierro Duarte en un video publicado en las redes sociales.
Mientras que en las inmediaciones del cerro El Colorado, del ejido Cerocahui, fue encontrado en una fosa clandestina el cuerpo de Paul Osvaldo Berrelleza Rábago, de 22 años de edad, mismo que fue trasladado al Servicio Médico Forense para la práctica de los dictámenes periciales correspondientes.
Según el funcionario, el hallazgo de ambos hermanos se logró gracias a la información aportada por un “testigo colaborador”; además, aseguró que continuarán con los trabajos y acciones necesarias, durante el tiempo que sea necesario, para lograr la captura de José Noriel Portillo, El Chueco, señalado como responsable del homicidio y secuestro de ambos hermanos.
Según las investigaciones, la mañana del 20 de junio, El Chueco llegó al domicilio de la familia Berrelleza Rábago, de donde sacó por la fuerza a Jesús Armando y a Paul Osvaldo para reclamarles por un desacuerdo que un día antes tuvieron con él durante un partido de beisbol.
Tras la discusión, ‘El Chueco’ disparó contra Paul Osvaldo y posteriormente sometió a Jesús Armando, para llevárselos consigo. Por la tarde de ese mismo día, el delincuente asesinó en el interior de la iglesia de Cerocahui a los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma.
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AM.MX/dsc
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