Luis Alberto García / Moscú, Rusia
*“Difícil exagerar el simbolismo del lugar”
*Las hamburguesas no eran tan emocionantes.
*Al menos para algunos clientes con mejor paladar.
*En lo que acaba la guerra en Ucrania, suspende operaciones.
*Olga Berman recuerda que la llevaron a comer en 1993.
*Ni siquiera recuerda cómo eran las “hamburguers”.
*“No era la gran cosa”, cuenta Christina la londinense.
“De aquí no me gusta nada”, dijo sacudiendo la cabeza encanecida un hombre de piel roja y bigotes blancos al referirse a la comida de McDonalds, en tanto otro menos viejo aceptó que le gustaba la cocina, pero que “esperaba más”.
La comida era cara. Una comida podría costar la mitad del pago de un día para el consumidor promedio, según Dimitri Suslavsky, el bigotón colorado.
Más joven, treintañera, Olga Berman, quien creció en Moscú antes de emigrar a Estados Unidos en 1993, recordó un viaje a McDonald’s con su familia cuando era niña.
“Realmente no salíamos a comer mucho. Así que fue una gran experiencia en sí misma, ir a restaurantes”, dijo al recordar a McDonald’s como “relucientemente nuevo”.
“Fue realmente brillante. Estaba superlimpio”, agregó. “Fue una experiencia. No se sentía como la comida rápida que conozco hoy. Se sentía como ir a un restaurante real”.
¿Y la comida? “Ni siquiera recuerdo cómo era la comida”, narró
Christina Frank, aunque nació en Moscú creció en Londres, su ciudad de adopción. Cuando era adolescente, fue a Moscú durante unas semanas para mejorar su ruso que lo había aprendido a medias con sus padres, emigrados a Inglaterra, en el momento de la apertura de la primera ubicación de McDonald’s.
Fue a conocerlo en la primavera de 1990 con unos amigos y a probar la oferta culinaria estadounidense que, claro, le resultó indiferente, sin sípida y sin gracia, como cualquiera otra.
“Fui una o dos veces y la cola era demasiado larga”, dijo. “Y, finalmente, fuimos una vez, y fue más factible porque con el paso de las semanas dejó de ser una gran novedad”.
Para Frank, McDonald’s no fue gran cosa; pero sus amigos estaban emocionados, menos por la comida -según recordó- que por los contenedores de espuma de poliestireno de la cadena. “Me sorprendió que, en realidad, la envoltura fuera codiciada”, dijo.
Christina Frank recuerda a las personas que se llevaban el papel de envolver a casa y lo pegaban en las paredes. Dijeron que “es un material aislante increíblemente bueno”, recordó. Pero “creo que, en realidad, fue un símbolo de estatus poder mostrar que no solo tengo una caja Big Mac, sino que he hecho cola varias veces para obtener mis cajas Big Mac”.
“Creo que es difícil exagerar el simbolismo del lugar”, afirmó el corresponsal Richard Blystone cuando reportó la historia en 1990: “Un emporio de hamburguesas occidentales en Moscú tiene todo el atractivo intrínseco de un puesto de helados en el infierno”.
Para disgusto de algunos moscovitas de ahora, en 2022, décadas después, la cadena de venta de hamburguesas McDonald’s detiene operaciones en Rusia, hay que después de años de inversión, todo se derrumbó en marzo pasado.
“En Rusia, empleamos a 62.000 personas que han puesto su corazón y alma en nuestra marca McDonald’s para servir a la ciudadanía y muchas comunidades. Trabajamos con cientos de proveedores y socios rusos locales que producen los alimentos para nuestro menú y apoyan nuestra marca”.
Nosotros servimos a millones de clientes rusos cada día y saben han contado con McDonald’s”, dijo el director general de McDonald’s, Chris Kempczinski, en un comunicado.
“En los más de treinta años que McDonald’s ha operado en Rusia, nos hemos
convertido en una parte esencial de las 850 ciudades en las que operamos”, agregó; pero la situación actual hace insostenible continuar en el mercado, según el ejecutivo, al menos por ahora.
“Nuestros valores significan que no podemos ignorar el sufrimiento humano innecesario que se desarrolla en Ucrania”, dijo Kempczinski. Además, con la región en crisis, McDonald’s ya no puede asegurar de manera confiable el suministro que necesita.
“Estamos experimentando interrupciones en nuestra cadena de suministro junto con otros impactos operativos”, dijo, y después de tantos años, “En lo que se definen las cosas y termina la guerra en Ucrania, McDonald’s ha decidido cerrar temporalmente todos nuestros restaurantes en Rusia y suspender todas las operaciones en el mercado”.
McDonald’s seguirá pagando a sus empleados en Rusia, dijo la compañía.
Pero no está claro cuándo los rusos podrán volver a visitar un McDonald’s local. “En este momento, es imposible predecir cuándo podremos reabrir nuestros restaurantes en Rusia”, dijo Kempczinski.
Se despidió entristecido y con la mirada mirando el arco dorado de San Luis Missouri, el símbolo plasmado en una foto del restaurante moscovita.
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junio 21, 2022
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“McDonalds en Moscú, un puesto de helados en el infierno”
Por Vocero
Luis Alberto García / Moscú, Rusia *“Difícil exagerar el simbolismo del lugar” *Las hamburguesas no eran tan emocionantes. *Al menos para algunos clientes con mejor paladar. *En lo que acaba la guerra en Ucrania, suspende operaciones. *Olga Berman recuerda que la llevaron a comer en 1993. *Ni siquiera recuerda cómo eran las “hamburguers”. *“No era... Más [+]...