CIUDAD DE MÉXICO.- Tanto para los países, como para los individuos una de las principales columnas para mantener una estabilidad económica y financiera se puede resumir en preservar una capacidad de pago congruente con los ingresos percibidos. En términos económicos a esto se le llama equilibrio; en las finanzas personales, se trata de no comprometer para el futuro, a través de créditos, los ingresos de hoy, señala Valentín Martínez Rico. Subdirector de Estrategia de Portafolio de SURA Asset Management México.
Cuando vemos noticias o escuchamos hablar en distintos medios de comunicación sobre cifras económicas, datos, tendencias, tasas, etcétera, la mayoría solemos sentir que se trata de temas ajenos y que nada de esto tiene un impacto directo en nuestra vida cotidiana.
Día a día solemos tomar decisiones financieras exclusivamente en función de nuestra percepción de la realidad, es decir, si siento que mi situación económica actual y futura es y se mantendrá estable, muy probablemente realice un mayor consumo de bienes y servicios, ya sea con recursos propios o de terceros a través de préstamos o de créditos.
Hablando de decisiones de consumo basadas en el crédito, se requiere tomar en cuenta otros factores que en el mediano plazo pueden afectarlas, pues como veremos, la política monetaria incide directamente en el costo del dinero a través de las tasas de interés.
La política monetaria es lo que hacen los bancos centrales para administrar la cantidad de dinero y crédito en la economía. Tradicionalmente el objetivo de la política monetaria es mantener la estabilidad de los precios en los bienes y servicios que consumimos, es decir, controlar la inflación. De manera general y simple, la inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país durante un periodo de tiempo.
En este sentido, la tasa de interés resulta muy relevante pues funciona como referencia para distintas operaciones financieras, como por ejemplo en las condiciones de otorgamiento de créditos y de distintos tipos de inversiones.
Decíamos que el Banco Central no puede controlar los precios de manera directa, pero si tiene la capacidad de controlar el precio del dinero; es decir, a través de la tasa de interés las instituciones financieras nos dejan saber cuánto costará utilizar una cierta cantidad de dinero que tomemos a crédito o, en su caso, lo que se nos pagará por nuestras inversiones.
El arte en el manejo de la política monetaria está en no subir demasiado la tasa de referencia, lo que provocaría una disminución en el apetito por el crédito debido a que el pago de intereses resultaría muy costoso para el ingreso individual o familiar. Si esto sucediera, se podrían generar afectaciones en el consumo de forma negativa. Además, las tasas elevadas desincentivan las inversiones productivas y provocan que se posterguen las decisiones de consumo, y al paso de un tiempo, podría generar una desaceleración en el ritmo de crecimiento económico del país en cuestión.
Por otra parte, si las tasas se mantienen bajas por un tiempo considerable, habría un efecto contrario, es decir, tanto los individuos como las empresas pueden caer en la tentación de contratar deuda más allá de sus capacidades financieras, al tiempo que el consumo podría sufrir una aceleración desordenada que genere un sobre calentamiento en la economía y una inflación más allá de los límites objetivo de los bancos centrales; con lo que se verían obligados a iniciar un ciclo de alza de tasas.
La próxima vez que escuchemos o leamos que el Banco de México subió o bajó la tasa de referencia, recordemos que esto tienen un impacto directo en los costos de los créditos personales, de autos, de vivienda, de tarjeta, así como en cierto tipo de instrumentos financieros.