El tratamiento es estabilizar lípidos como el coloesterol y triglicéridos, ejercicio y dieta, ayuda el consumo de nueves, chía y omega
Por Bárbara Heredia
La lipidosis es un trastorno de los lípidos en sangre, como triglicéridos o colesterol, que puede ser de origen genético , por alteraciones en la producción debido a problemas metabólicos a nivel hepático o por disfunción en la degradación, porque el hígado no alcanza a procesar las grasas.
En etapas de mayor elevación de colesterol, las personas tienen riesgo de sufrir eventos cardiovasculares o cerebrales; y por exceso de triglicéridos: pancreatitis o infarto agudo al miocardio, por lo que es importante mantener estos niveles en condiciones óptimas.
A diferencia de otros países sobre todo de Europa donde lo que predomina es el colesterol alto, una característica de nuestra población es que es mucho más sensible a los triglicéridos, por un defecto genético de resistencia periférica a la insulina, y con mayor frecuencia encontraremos elevación de triglicéridos en adultos; en niños hay variables.
En la Clínica de Obesidad se realizó un estudio prevalente en niños de entre 6 y 12 años, donde se encontró que el 52% está por arriba de nivel normal de triglicéridos, 26% se catalogó con hipercolesterolemia o prediabético, 15% resultó por encima del límite de nivel de colesterol y 20% tuvo hígado graso, el cual se forma a partir del exceso de energía adquirida o por alimentación excesiva en grasas y carbohidratos.
A mayor concentración de lípidos en la sangre, ésta se hace más densa y la perfusión en los tejidos distales es menor, pero por lo general no hay sintomatología sino cuando ya hay enfermedad avanzada. Al inicio, a veces hay adormecimiento de las extremidades, cansancio inespecífico y dolor de cabeza, no punzante sino de pesantez a cualquier hora del día.
Las causas a nivel general son por elevación de triglicéridos debido a la ingesta calórica, el exceso de azúcares se va a formación triglicérida en forma directa. Y por el otro lado, también las grasas y alimentos de alto contenido energético, elevan el colesterol.
El diagnóstico es mediante un perfil lipídico para analizar niveles de colesterol, triglicéridos y lipoproteínas de alta, de baja y de densidad intermedia. Se recomienda en forma intencionada checar a pacientes con sobrepeso u obesidad, porque pueden tener alteración en los lípidos: hipercolesterolemia (elevación de sustancias grasas) y/o hipertrigliceridemia (aumento en triglicéridos). En sospecha de hígado graso, se requiere ultrasonografía y análisis enzimas hepáticas.
El tratamiento está orientado a estandarizar los niveles de colesterol hasta 200mg/dl, para menores de 18 el límite superior es de 180mg/dl, y triglicéridos no mayor a 150mg/dl, a través de un manejo integral a base de dieta, ejercicio,hacer por lo meos 35 minutos cuatro veces a la semana y medicamentos: estatinas y fibratos, que requieren receta, control y seguimiento médico.
En la dieta se retiran grasas y azúcares, se prohíbe el consumo de alcohol y fumar; se recomienda consumir alimentos que contengan Omega 3 porque disminuyen los niveles de triglicéridos y de colesterol, al aumentar el DHL que son las lipoproteínas de alta densidad (que son cardioprotectoras), está contenido en forma natural en pescados de agua fría como atún y salmón o en semillas de calabaza, de chía y de linaza así como en las nueces.
VCR/BH