Por Héctor Moctezuma de León
Al diablo con el informe o peritaje de la empresa noruega DNV, “fuchi caca”, dirá la doctora Claudia Sheinbaum, parafraseando a quien la tiene en primer lugar de sus corcholatas para el 2024.
A la doctora no le gustó el informe elaborado por la empresa que contrató, por muchos millones de pesos, para que hiciera el peritaje sobre el colapso en la Línea 12 del Metro y en el que la corcholata sale muy abollada. Informe que ahora guarda en una caja fuerte bajo estrictas medidas de seguridad y una combinación difícil de descifrar.
El el informe entregado justo al año del fatal accidente que dejó 26 personas muertas y más de 100 lesionadas, algunos de los cuales con secuelas graves, no sólo le pega a la jefa del gobierno capitalino, también al canciller Marcelo Ebrard, a quien sacan al balcón por haber entregado una obra con grandes fallas estructurales que en las primeras operaciones falló por lo que el jefe del entonces gobierno del DDF huyó a Francia.
Claudia y Marcelo, las dos principales corcholatas del presidente Andrés Manuel López Obrador, quedaron como esas tapaderas de refresco, muy apachurradas, que encuentra usted en las calles de cualquier ciudad del país y serán un blanco fácil para la oposición en los comicios presidenciales dentro de dos años.
¿Por qué escondió el documento? ¿Por qué no lo hace público? Muy sencillo, porque en él se hacen señalamientos de las fallas de su gobierno, como la falta de mantenimiento, que pegan directamente en sus aspiraciones presidenciales.
Por más que trate de echarle la culpa a los conservadores, de que hubo conflicto de intereses y que es “tendencioso y falso”, sabe perfectamente que el resultado del informe no le favorece en nada.
Una cosa queda clara, si Sheinbaum o Ebrard son los señalados por el dedo presidencial para abanderar a Morena en el 2024, serán objeto de un feroz ataque en las redes sociales y sobre todo, de parte de quienes desde Palacio Nacional, llaman conservadores, eso ni lo dude.
Creo y estoy seguro que para ganar, primero las candidaturas de partido, y luego la elección presidencial en el 2024, será necesario no tener muertitos, como éste, en el clóset, porque de lo contrario la tendrán muy difícil.
¿Y Florencia Serranía doctora? ¿Y Mario Delgado? ¿Y Macera? Todos deberían estar en el bote, pero gozan de cabal impunidad. Viva la corrupción.
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Cayó el noveno periodista en lo que va del presente año, se llamaba Luis Enrique Ramírez, y todo apunta que quedará como en los casos anteriores, en lamentaciones y el pésame, o cuando mucho en “Chivos Expiatorios”, sin faltar el clásico: “llegaremos hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga”…Triste papel el de Zoe Robledo, “La Brujita” que acepta sin chistar la saturación de los servicios médicos del Seguro Social en detrimento de los asegurados que pagan sus cuotas puntualmente. Ahora le cargan 25 mil guatemaltecos, al de por sí, pésimo servicio de esa institución, más los que se acumulen y no pío dice…Y la Fiscalía General del Estado de Nuevo León sigue dando tumbos respecto al caso Debanhi, cada día surgen nuevas incógnitas y todo apunta que el fiscal le apuesta al olvido, aunque en este caso hay una familia, sobre todo un padre, al que le mataron a su hija, que no está dispuesto a doblegarse por más que le haga al pato señor fiscal.
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