Por Jorge Meléndez
Después de la sentencia de la SCJN contra Alejandro Gertz Manero, en el caso de Laura Morán Cuevas y su hija Alejandra, el Fiscal General de la República (FGR) prácticamente desapareció y se insiste que será removido de alguna forma de su encargo.
Pero se requieren varias movidas del presidente Andrés Manuel y del Senado de la República, donde Ricardo Monreal estará muy contento de hacer su chamba con rapidez y pulcritud.
Alejandro, a quien muchos periodistas bautizaron como TortuGertz, ya que no ha realizado una tarea ni siquiera mediana para enfrentar la corrupción, es presentado genialmente por Magú (La Jornada, 27 de abril), con expedientes al por mayor y diciendo: “Le tienen a uno envidia por productivo”. Algo que es risible y da horror, al mismo tiempo.
Sabemos que el candidato de Andrés Manuel para la FGR era el honorable: Bernardo Batiz, ex panista y muy cargado a la izquierda desde hace tiempo, pero debido a su edad no aceptó.
Entonces, dicen los que saben (saludos: Agustín Granados), Julio Scherer Ibarra recomendó a Gertz, quien por cierto no tenía un pasado muy honorable, ya que había realizado encomiendas mediocres con Vicente Fox en la Seguridad Pública, y se sabía de algunos negocios oscuros, lo mismo en sus encargos que como rector de la Universidad de las Américas, en la capital del país, y también en la de Puebla, donde se inmiscuyó para sacar raja.
Recientemente, la periodista Anabel Hernández (Aristegui Noticias, 27 de abril), señaló que Gertz Manero recibió dinero de Luis Cárdenas Palomino, uno de los encarcelados y hombre de confianza de Genaro García Luna, enjuiciado en Estados Unidos por sus nexos con el Cartel de Sinaloa.
Por cierto, muchas de las operaciones financieras que llevó a cabo Gertz, se realizaron por medio de la mencionada institución de educación privada, lo mismo para rentar aeronaves, surtirlas de combustible y planear sus viajes al extranjero, con el objeto de no pagar impuestos. En ello, lo ayudaban sus familiares.
Alejandro quiso implicar a Julio Scherer Ibarra en una serie de negocios sucios, esto porque el Fiscal le pidió que el hijo del gran periodista mexicano le ayudara convenciendo a ministros para tener los votos y ganar el pleito contra su cuñada, Laura.
Como Scherer Ibarra no aceptó, lo quiso imputar de delitos a él y varios abogados por tráfico de influencias, cuestión que llevaba su mano derecha. Juan Ramos López, asunto que después se desechó.
Y ahora Julio, el hijo, lanzó una nueva ofensiva contra Gertz (Proceso, número 2373), acusándolo a él y a varios subprocuradores muy cercanos de tráfico de influencias, coalición de servidores públicos y asociación delictuosa, más otros cargos que resulten.
La denuncia se puso ante la Fiscalía Especializada Contra el Combate a la Corrupción, que encabeza María de la Luz Mijangos, que no es del equipo de Alejandro. Mujer incorruptible, casada con Jaime Cárdenas, un jurista connotado.
Según el periodista Raymundo Rivapalacio (El Financiero, 27 de abril) Gertz es investigado desde hace 20 años en Estados Unidos, ya que su accionar en la Operación Cóndor, en 1975, que aparentemente combatía el narcotráfico, dejó mucho que desear. Amén que una de las fugas de Joaquín El Chapo Guzmán, se realizó cuando Alejandro estaba en los altos niveles del combate, aparentemente, a la delincuencia.
Se ha difundido que Gertz Manero cuenta no sólo con propiedades en Nueva York y Florida, sino en los sitios más exclusivos de la Ciudad de México.
Su fortuna se encuentra, incluso, en paraísos fiscales.
Juicios como el de Emilio Lozoya, por ejemplo, no han traído resultados serios en cuanto aprehender a quienes han defraudado en muchos sitios el patrimonio nacional, no obstante que ya tenemos años en dicho asunto.
Recientemente quiso llevar ante la justicia a Alonso Castillo Cuevas, familiar de las encarceladas arbitrariamente. Pero el señor ha interpuesto una demanda para que en Estados Unidos se le aplique la Ley Magnitsky; o sea, que se le llame a cuentas en gringolandia para que se sepa cuál es su fortuna y cómo ha defraudado a muchos.
En síntesis, Alejandro Gertz Manera se ha servido, no ahora, sino desde hace tiempo para hacer de las suyas aquí, en Puebla y en muchos lugares.
Recientemente acusó al periodista de El Universal, Mario Maldonado, de ser el que difundió una conversación donde platicaba con su subordinado, Juan Ramos, para tratar el juicio de Laura Morán y Alejandra Cuevas, algo realmente inconcebible, ya que el asunto se planteó hace meses y estaba casi olvidado.
Extraño caso el de Gertz Manero, del cual ahora no se sabe cómo resolverlo para que no dañe gravemente a la 4T.
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