Pablo Cabañas Díaz.
Fueron cuatro días de huelga de hambre en aquel agosto de 1978. Se acercaba el segundo informe de gobierno de López Portillo y los mensajes de la Secretaría de Gobernación, casi todos en tono amenazante, llegaban a unas mujeres vestidas de negro. El titular de la dependencia, Jesús Reyes Heroles, se vio obligado a recibir a una comisión del entonces Comité pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México. El secretario, de hablar prepotente, – narra Doña Rosario-, les expresó que tenian que desistir, que les daba la seguridad de que su problema se resolvería, que iba en ello empeñada la palabra del señor presidente. Desconfiada, Doña Rosario, se niega a abandonar la huelga. Entonces, a la promesa de solución se sumó la amenaza brutal: “o se quitan o las quitamos’”. Ante la amenaza, la protesta se levantó el 31 de agosto. Lo hicieron cabizbajas y dolidas, pero mantuvieron la convicción de seguir su lucha.
Elena Poniatowska fue de las pocas periodistas que se lanzó a reportear la huelga de hambre que convocó la señora Ibarra, al frente del Comité Eureka de madres de desaparecidos de la guerra sucia en el atrio de la Catedral Metropolitana. Poniatowska decidió invitar un día a José Pagés Llergo, director de la revista Siempre, la respuesta que le da muestra la visión que prevalecía en la prensa “crítica”: “pinche vieja loca”. Comenta Poniatowska, que nunca supe si se refería a ella o Rosario Ibarra, o más a ambas. La señora Ibarra rompía los cánones, estaba en la oposición, se “salía del huacal”.
Empezó buscando a su hijo sola, por todo México, recorriendo todo tipo de instituciones e instalaciones policiacas, militares, hospitalarias; incluso interceptando personalmente al poderoso presidente Luis Echeverría. En este proceso conoció a otros familiares de víctimas políticas —en particular, a otras madres de familia—, con quienes, dos años después en 1977, fundó el Comité Pro-Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados de México. El 28 de agosto de 1978, este Comité organizó es histórica huelga de hambre en la Catedral Metropolitana. Como resultado, cuatro días después, el presidente López Portillo anunció en su informe de gobierno una Ley de Amnistía. Gracias a ésta Ley , mil 500 presos políticos fueron puestos en libertad, se permitió el regreso al país de 57 exiliados y se cancelaron 2 mil órdenes de aprensión; al año siguiente, fueron hallados también 148 desaparecidos.
Una regla de oro de ese movimiento fue la civilidad. Luchaban, tomaban las calles, iban a todas las marchas, esgrimían banderas, mantas, ideas, exigencias, razones. La pelea sin odio. Esa pelea salvó la vida a algunos. Es el caso de Mario Cartagena, El Guaymas muerto en 2021, guerrillero de la Liga 23 de septiembre. En abril de 1978 , El Guaymas cayó gravemente herido en un enfrentamiento en la Ciudad de México. Miembros de la Brigada Blanca lo secuestraron de la Cruz Roja. Su madre y Rosario Ibarra se movilizaron rápidamente y al día siguiente, más de 5 mil telegramas aterrizaban en el escritorio del presidente exigiendo su presentación con vida, que se logró de inmediato.
Doña Rosario, tuvo una relación complicada con López Portillo. En 1982, López Portillo, se comprometió a dar una respuesta sobre el destino de cientos de personas desaparecidas durante la década de los años setenta. López Portillo le ofreció una “búsqueda honesta, profunda, de la verdad acerca de sus hijos” meses antes de que terminara su mandato. El 31 de agosto de 1982, antes de que concluyera su sexenio, López Portillo se entrevistó con ella .El presidente le dijo que a su escritorio durante su gestión “no había llegado ningún expediente sobre desaparecidos”, y con crueldad repitió la versión que le dio el entonces procurador Oscar Flores Sánchez, “que de los 500 enlistados andaban huyendo” o bien “se mataron entre sí” .
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abril 21, 2022
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OTRAS INQUISICIONES: Doña Rosario y López Portillo
Por Vocero
Pablo Cabañas Díaz. Fueron cuatro días de huelga de hambre en aquel agosto de 1978. Se acercaba el segundo informe de gobierno de López Portillo y los mensajes de la Secretaría de Gobernación, casi todos en tono amenazante, llegaban a unas mujeres vestidas de negro. El titular de la dependencia, Jesús Reyes Heroles, se vio obligado... Más [+]...