Carlos Galguera Roiz
El mundo, diferentes intensidades y localizaciones, parece estar polarizado hoy día por varios focos; Pandemia, cierto Pánico Sanitario, Guerra entre Potencias, con trasfondo energético y armamento nuclear disponible para casi todos los contendientes; desequilibrios Económicos profundos, Tecnologías sin control, Fenómenos Naturales desbocados, plataformas de Valores en Decadencia……
Todo este inquietante panorama, nos ocurre teniendo en las cúpulas de los Poderes a dirigentes, en alta proporción, de un talante – y talento – manifiestamente mejorable. Pues bien, con estos potentes reflectores, cuyo pequeño extracto señalamos en anterior párrafo, centrando campos de atención y preocupación ciudadana, muchos de los actuales titulares del Poder, quedan bien camuflados para perpetrar acciones, inacciones, incluso fechorías; sin que tengan mayores repercusiones entre una población desgastada, horizontes borrosos y perspectivas a más largo plazo tristes…
En esas estamos; ante este panorámica, algunos amigos inteligentes no están de acuerdo con mis furias retóricas, críticas duras ante los aconteceres; así que he repensado mis “filípicas” y la conclusión es que su contenido, aparte del desahogo que me genera, muchas veces saludable, no aportan nada o casi nada, en la práctica, a la solución de los problemas, solo mas oscuridad en un escenario general, de por sí demasiado gris…
Acercar la lente cada día a las cosas que nos pueden alegrar – motivar, es un mecanismo enriquecedor, lo cual no quiere decir que tendríamos que aplaudir multitud de desvaríos que proliferan por doquier. Pero satanizar la marcha general sin encontrar alternativas presentables, no arregla nada y, por el contrario, lastra nuestras energías…
Sin que mi sugerencia pretenda incorporar connotaciones religiosas, yo plantearía al lector escudriñar a fondo tres pilares como sustentación existencial de fondo; en primer lugar vivamos con Fe, cada cual con sus propias creencias y planteamientos, sus hipótesis, revelaciones… a fin de cuentas estas vivencias nos pueden acercar o intuir – máximo logro posible – las salidas de los laberintos, de todos…
También deberíamos abrir nuestra vida a la Esperanza, la misma con la que juega el pájaro al lanzarse desde la más alta rama, en su primer vuelo, siguiendo su propio instinto de supervivencia, abriendo horizontes para su realización plena o al menos para un acercamiento satisfactorio.
Finalmente deberíamos incorporar en nuestro bagaje existencial la Solidaridad en su sentido más radical, solo así encontraríamos caminos que responden a los conflictos y ayudan a superarlos o asumirlos…
Todos estos pilares que acabo de mencionar, convenientemente combinados y adaptados a nuestro peculiar estilo, personal e intransferible, nos pueden resultar vitales para encontrar luces y fuerza en nuestras escaladas…
Es mi pensamiento actual, con el cual pretendo proseguir mis escaramuzas, que previsiblemente rondan, las estadísticas juegan en mi contra, los tramos finales de mi andadura… Mi sugerencia está servida
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