No son medicamentos que curan, pero previenen la severidad de la enfermedad
CIUDAD DE MÉXICO.- Los medicamentos Molnupiravir y Paxlovid son una herramienta para tratar la COVID-19, pero no sustituyen la vacunación, ni deconsiderarlos como una cura por sí mismos, coincidieron en señalar los expertos Carlos Arias Ortiz y Alejandro Sánchez Flores, del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
Los nuevos fármacos, especificó Arias Ortiz, son un tratamiento para personas a quienes se les diagnosticó y tienen riesgo de enfermedad severa o muerte “no son medicamentos que curan, pero previenen la severidad de la enfermedad”. Los datos disponibles con los que contamos refieren que la posibilidad de fallecimiento es muy baja, si se toman.
A su vez, Sánchez Flores comentó que tener estos tratamientos nos dan una herramienta más de combate. Sabemos que a pesar de tener vacunas que previenen los síntomas graves y la muerte, algunos casos se salen de control. Siempre hay un porcentaje en el cual la vacuna no genera la respuesta inmune que se espera y tener acceso al medicamento, sobre todo al inicio de los síntomas, nos da esa opción de poder reducir los casos de enfermedades graves.
Molnupiravir, de la farmacéutica estadounidense Merck, recibió autorización en Reino Unido y también la aprobación para uso de emergencia de la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) como tratamiento contra la COVID-19, y se espera la misma respuesta por parte de la FDA en Estados Unidos; en tanto, Paxlovid, de la también estadounidense Pfizer, pidió autorización al órgano regulador de EEUU el 9 de noviembre.
Es importante saber que los ensayos clínicos de ambos fármacos no están publicados y tampoco revisados por pares, por lo que sólo se tienen las declaraciones de las empresas que los desarrollaron, puntualizó Arias Ortiz.
En el caso de Molnupiravir, el 7 por ciento de los pacientes tratados con el medicamento fueron hospitalizados contra el 14 por ciento del grupo de quienes no lo tomaron. Durante la prueba no fallecieron personas que hayan recibido el medicamento, mientras que en el grupo al que se le dio un placebo hubo ocho muertos, por lo que tiene un 100 por ciento de protección contra muerte y 50 por ciento de efectividad contra enfermedad severa.
En el caso de Paxlovid, 0.8 por ciento de quienes estuvieron en el estudio tuvieron que ser hospitalizados, contra 7 por ciento del grupo placebo; esto implica un 89 por ciento de efectividad contra hospitalización. Nadie de quien lo tomó murió, mientras que hubo siete fallecimientos entre los que recibieron el placebo.
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