Aletia Molina
Al paso que va, la Cuarta Transformación que encabeza López Obrador nos va a dejar como herencia una destrucción del sistema institucional, una presidencia sin suficientes contrapesos autónomos y constitucionales y algunas nuevas instituciones y dependencias hechas y nombradas más por caprichos ideológicos y políticos que con criterios de eficiencia, funcionalidad y atención de las necesidades más apremiantes de México.
Porque hasta ahora en lo que se ha enfocado y especializado el presidente no es en ver cómo puede funcionar mejor y ser más eficiente, como tener servicios de gobierno más ágiles y rápidos, cómo mejorar la atención a los ciudadanos en la salud, la educación, el empleo, los trámites gubernamentales, el pago de impuestos o la inexistente seguridad pública y jurídica. Todo lo que ha hecho es cuestionar y desmantelar, sin criterios de eficiencia.
Sus acciones, al igual que sus mensajes y posicionamientos en las Mañaneras, exceden sus facultades constitucionales, vulneran las competencias de otras autoridades y violan derechos humanos.
Una muestra de disfuncionalidad constitucional es el ataque frontal a otros órganos del Estado, como al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), al que ha acusado de encubrir la corrupción en Odebrecht y la condonación de adeudos fiscales de grandes contribuyentes.
El respeto institucional es una condición del Estado de derecho, pero ahora carga contra la UNAM.
Si nos ponemos un poquito “suspicaces”… Enrique Graue dejará la rectoría de la UNAM en noviembre de 2023. Habrá un nuevo rector faltando poco más de seis meses para la elección presidencial de 2024. Dicha designación será un dato relevante en la escena política nacional en un momento en el que, probablemente, ya tengamos candidatos presidenciales o estemos por tenerlos.
Si se preguntan quién nombra al rector de la UNAM, les digo que es la Junta de Gobierno, y es un hecho es que AMLO y el gobierno no tienen el control de esa Junta y por lo mismo, si las cosas siguen como ahora, no podrán ser determinantes en el nombramiento del próximo rector.
Será que sus ataques a la UNAM tienen el propósito de generar una crisis que le permita cambiar esas condiciones y, por lo tanto, tener más influencia en la designación de quien será rector durante la campaña electoral de 2024…? Lo desconozco, pero sí sé que el presidente tiene prisa y en su impaciencia, Andrés Manuel infringe la constitución de manera reiterada.
Entonces, si ese fuera el caso, pese a que hay un grupo importante de exuniversitarios en su equipo, revelaría nuevamente su ignorancia, ahora con la naturaleza de la UNAM.
Quizá la apuesta es azuzar un movimiento estudiantil que generara una crisis y pidiera una universidad comprometida con la 4T… Sin embargo la comunidad universitaria difícilmente lo permitiría, por eso, Presidente, enfoque sus energías a progresar y prosperar, déjese de ignorancias y ataques denodados a las instituciones, respete las autonomías y la diversidad, si es que respeta la democracia, actúe como tal y deje de actuar como niño caprichoso.

@AletiaMolina
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