El titular de Fonatur compareció ante el Senado y dijo que aumentó el costo porque pondrán más estaciones
CIUDAD DE MÉXICO.- En un ejercicio de rendición de cuentas ante la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado de la República, que preside la senadora Lucia Meza Guzmán; el titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) expuso los avances y beneficios del proyecto Tren Maya en la región sureste del país, por el cual han sido interpuestos 25 amparos en contra de su construcción, pero nadie parará las obras previstas para estar listas en 2023.
En su comparecencia en el Senado, el titular de Fonatur reveló que estos amparos fueron interpuestos por 327 personas, “49 de ellas, entre personas físicas y morales, se repiten en todos”; además, se han identificado a seis organizaciones sociales detrás de ellos.
Jiménez Pons confió en que estos recursos jurídicos no detengan la obra, “evidentemente la parte contraria intenta parar el proyecto, pero todo esto es válido en la democracia”.
El director general de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, reiteró que el Tren Maya es una parte de la estrategia del Gobierno de México para atender el sureste del país con la finalidad de saldar la deuda histórica, reducir la desigualdad e integrar a la región en las dinámicas económicas nacionales e internacionales.
En esta día también se atendieron cuestionamientos en materia de vinculación social, generación de empleo, turismo, ciencia, medio ambiente, cultura; destacando el proceso de Consulta Indígena y el proceso de salvamento arqueológico.
El funcionario también destacó que las proyecciones económicas para la construcción del Tren Maya cambiaron por el aumento de los tramos de doble vía, su electrificación y el incremento en el número de estaciones, pasando de un costo inicial de 140 mil millones de pesos, a casi 200 mil. Cifras que, aclaró, representan “un estimado que estamos ajustando”.
“El ejecutivo federal ha iniciado una serie de obras estratégicas para levantar una de las regiones más olvidadas del país y que sin duda tiene un gran potencial. El sureste en las últimas décadas ha servido mucho a la nación en términos de energía, turismo, cultura, sin recibir a cambio las inversiones y retribuciones correspondientes”, dijo.
El director general de Fonatur reiteró que el avance del Tren Maya se ha realizado gracias al acompañamiento de las comunidades, pues dijo que la institución ha atendido las preocupaciones de los pueblos originarios, logrando nutrir y mejorar el proyecto.
“El Tren Maya es un detonante de desarrollo para el sureste mexicano y salda una deuda histórica con la región, a través de políticas públicas vinculadas con la sociedad civil, las comunidades, el sector privado y los tres órdenes de gobierno”, declaró.
Jiménez Pons puntualizó que el compromiso del Gobierno de México es terminar el proyecto en el 2023 para realizar las pruebas de seguridad y que en el año 2024 se inicien los servicios a la población, con precios subsidiados para la población local y a bajos costos para los ciudadanos nacionales.
Refirió que de acuerdo con un estudio de ONU-Habitat, la obra detonará la creación de 750 mil nuevos empleos formales en municipios con estaciones, así como 150 mil empleos rurales. En 10 años, precisó, se crearán más de un millón de puestos de trabajo como parte de la construcción del Tren.
El director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo agregó que para 2030 se estima que ayude a que 200 mil personas superen la línea de bienestar mínima, así como para que disminuya 27 por ciento el tamaño de la población con carencias económicas en la zona de impacto del proyecto.
AMX/VCR