* El monopolio, con sede en Coahuila, logró que Pemex Transformación Industrial le otorgara exclusividad en más de 40 permisos
* Los dueños de dicho consorcio vinculados a huachicoleo y escándalos como el Pemexgate
Orizaba, Veracruz.-Desde hace casi una década, Gas Natural de Noroeste (GNN), propiedad de Nessim Issa Tafich, se empezó a conformar como uno de los más grandes monopolios en la distribución y transporte de ese combustible, sobre todo para uso industrial, pero fue entre 2017 y 2019 cuando logró consolidar su emporio, gracias a un Programa de Cesión de Contratos, que le otorgaron mandos medios de Pemex, encabezados por Beda Carreto Santiesteban, gerente de comercialización de Gas Natural y Etano.
Con esa acción se acentuó el desmantelamiento de Pemex en el área de gas natural, ya que la petrolera abandonó al 70% de sus clientes para darle la exclusividad a GNN, pero también se inició la pesadilla de varias empresas como Destiladora del Valle SA de CV y Distcamp, SA de CV, así como de otros 20 pequeños negocios que fueron sometidos a cobros excesivos por parte de GNN, emisión de facturas infladas y acusaciones judiciales contra ellas por negarse a pagar.
El enojo de los pequeños empresarios empezó cuando Beda Carreto Santiesteban, uno de los mandos medios que existen en Pemex Transformación Industrial, rescindió los contratos a decenas de empresas, entre ellas unas 25 asentadas en Orizaba, Veracruz, a pesar de que tenían vigencia hasta 2023, con el pretexto de que la paraestatal ya no les podría dar el servicio por falta de molécula y le asignó a Gas Natural de Noroeste (GNN) más de 40 contratos de exclusividad en transporte y distribución del combustible.
La salida de Pemex como proveedor del gas natural para convertir a GNN en un monopolio, provocó una cadena de abusos por parte de la empresa con sede en Coahuila en contra de decenas de pequeños negocios, que incluso se transformaron en represalias con interposición de acusaciones falsas y compra de voluntades en la Fiscalía General de la República (FGR) para actuar ilegalmente hasta el grado de llegar al aseguramiento de unidades económicas, como ocurrió con destiladora del Valle SA de CV., subraya René Zacahuila Domínguez, representante legal de la misma en una carta que envió al presidente Andrés Manuel López Obrador, el 30 de julio de 2021.
Este tipo de acciones, refiere Zacahuila Domínguez, en su misiva al jefe del Ejecutivo, con la venia de los mandos medios de Pemex Transformación Industrial, y en específico de la gerencia de Gas Natural y Etano, al mando de Beda Carreto Santiesteban, permitió el abuso de GNN, frenó la competencia en el sector del gas natural y generó un encarecimiento de “diversos combustibles por cobros novedosos de los privados”.
El control total del transporte, distribución, cobranza y facturación en la zona geográfica de Veracruz lo tiene Gas Natural del Noroeste, monopolio que “inclusive ha utilizado a la Fiscalía General de la República, engañando a esa institución de procuración de justicia, para sus fines perversos, y ahora ha causado graves violaciones a los derechos de los trabajadores y a los derechos humanos”, escribió el apoderado legal de Destiladora del Valle.
Hasta el momento, los perjuicios económicos a las empresas de la zona son multimillonarios; la afectación a más de 500 trabajadores por la interrupción del suministro del combustible, es indescriptible; los gastos en abogados por litigios en contra de GNN y sus actos ilegales, son mayúsculos, y el servilismo de autoridades de Pemex, fiscalías locales y “dádivas” entregadas por el monopolio de Coahuila, son incuantificables.
Lo grave del caso, dicen los abogados de las empresas afectadas, es que Pemex, bajo la administración de Enrique Peña Nieto, entregó parte de la soberanía nacional y control de gasoductos a GNN, empresa que forma parte del consorcio SIMSA, el cual fue acusado de huachicoleo desde 2014, cuando le aseguraron 4 toneladas de marihuana en 436 paquetes en el interior de una pipa de gas de su filial Autotransportes Presurizados, hecho que fue marcado por las autoridades con la averiguación AP/PGR/BC/SQ/149/2007/UNICA.
Hay que recordar también que, en julio de 2020, la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó congelar las cuentas de todos los negocios de Nessim Issa Tafich, así como las de sus hermanos y las de Antonio Juan Marcos Issa, Salomón Marcos Villarreal y Antonio Juan Marcos Villarreal.
Como antecedente de los negocios fraudulentos de dicha familia, destaca la de 2001, cuando Antonio Juan Marcos Issa, tío de Nessim, fue vinculado e investigado por su participación en al caso Pemexgate, un escándalo que cimbró todos las esferas políticas y económicas de México y el exterior, cuando políticos y sindicalistas protagonizaron un desvío de 123 millones de dólares hacia la campaña del entonces candidato del PRI a la presidencia de la República, Francisco Labastida.
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