Aletia Molina
Después de la tormenta, ¿la calma regresará? Esta frase popular puede aplicarse al entorno macroeconómico que atraviesa México actualmente, ya que el año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) se hundió 8.5%, su peor dato en 90 años, y ahora las expectativas para el 2021 han estado mejorando conforme pasan los días… Banxico incluso considera que podría haber un rebote de hasta 6.7%.
La clave para dinamizar la economía, está en apostarle a la reactivación del consumo interno. ¿Cómo hacerlo? con descuentos y créditos.
En la comparación anual noviembre 2020-noviembre 2019, el consumo registra una caída de 6.6%, lo que significa que el reto no será nada fácil. La dinámica de reactivación de la economía, en temas de que volvamos a la normalidad, va a ser bastante lenta o va a tener un avance bastante débil.
¿Cuáles son los factores importantes para hacer estas reactivaciones? Mucho viene alrededor de costos y descuentos, es decir, para volver a atacar al consumidor que solía estar en un nivel de categoría, las empresas tienen que hacer un mayor esfuerzo por generar descuentos, facilidades u otro tipo de esquemas que ayuden al consumidor a subirse a este nuevo tren. La otra parte es el crédito, pero para una crisis tan larga como esta, hay un momento en que empieza a tener afectación.
Para enero, aún en semáforo rojo en la CDMX y el Estado de México, la confianza del consumidor mostró un avance con cifras desestacionalizadas de 0.3%, comparado con diciembre, para quedar en 38.4 puntos, por debajo de los 50 puntos que analistas consideran como un nivel óptimo.
Este nivel de confianza irá aumentando, dependiendo del avance de la vacunación en el país, algo que se traducirá en la reactivación de la movilidad y, por ende, un mayor consumo no solo de bienes y servicios relacionados con la alimentación, salud e higiene, sino también de servicios de diversión y esparcimiento.
En este trimestre se irá habilitando más la movilidad y volveremos a ver un poco más de reactivación.
Sin importar las circunstancias, la gente seguirá consumiendo, solo cambiará los canales para ello. Con la pandemia, por ejemplo, en lugar de comprar directamente en las tiendas, hubo gente que migró a medios digitales. El coronavirus adelantó el proceso de digitalización en todo el mundo. En México, la adopción tecnológica tomaría entre 3 y 5 años, pero ocurrió en un lapso de tres a cinco meses.
Las empresas habrán de seguir fortaleciendo sus redes digitales, para ofrecer a los consumidores productos basados en sus hábitos de consumo. Las empresas exitosas van a ser aquellas que no traten de regresar a lo que solía ser antes del COVID, sino que puedan empezar a establecer, definir los pasos y a entender estos nuevos hábitos de los consumidores.
Sin embargo, el semáforo verde nos dicta que la “vida normal” está regresando, la gente ya queremos salir, a los bares, restaurantes… al cine! La aparente “normalidad” nos va a arrastrar aún sin querer a las próximas celebraciones, sin perder el cuidado que marcan las medidas de higiene… pero salir!
Las empresas deben hacer un mayor esfuerzo por generar facilidades que ayuden al consumidor y permitir que la economía se fortalezca con uno de los pocos motores internos que puede tener ahora mismo, basados en creatividad, inteligencia, estrategias financieras… y sobre todo el entendimiento de esta nueva realidad que podría durar aún mucho tiempo.
@AletiaMolina
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