- Los mexicas tenían una cosmovisión cíclica de los eventos y daban mucha importancia a los presagios; “pero la gente que llegó aquí también era sumamente religiosa»
CIUDAD DE MÉXICO.- Como parte de los eventos para conmemorar los cinco siglos de la caída de Tenochtitlán, en el Senado de la República se inauguró el foro: “1521-2021, 500 años de la resistencia de los pueblos indígenas y afroamericanos”, donde José Narro Céspedes, senador de Morena y organizador del evento, aseguró que hay una deuda pendiente con los pueblos originarios de México, por lo que es fundamental reconocer sus derechos y su cultura. Es necesario, asentó, darles un nuevo trato a las comunidades y construir un nuevo pacto social.
Durante la inauguración del encuentro, integrantes de la Cámara de Senadores, así como expertas y expertos en la materia dialogaron sobre la importancia de la resistencia de las comunidades indígenas durante la Conquista española, con el objetivo de visibilizar la cultura de estos pueblos en la construcción de México.
El presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural denunció que, históricamente, para el Estado mexicano no han existido los pueblos indígenas, por lo que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador debe consolidar las reformas para impulsar los derechos de dicho sector.
Aseveró que es necesaria una reforma en materia agraria para reconocer en la Constitución la propiedad social de la tierra y el gobierno Federal debe hacer un nuevo pacto social con las comunidades indígenas, que contemple el derecho humano al agua y a la tierra, entre otros que no han sido abordados.
Narro Céspedes hizo hincapié en que somos un país pluriétnico y pluricultural, por lo que es importante recordar nuestra historia y raíces.
Llegada de afroamericanos, el inicio del esclavismo
La senadora María Celeste Sánchez Sugía, integrante de la Comisión de Asuntos Indígenas, recalcó la importancia de reconocer la resistencia de los pueblos afromexicanos, pues también llegaron esclavos a nuestro país, los cuales no sólo fueron víctimas de la Conquista, sino que han sido parte importante de la construcción del México actual.
La legisladora de Morena indicó que las y los afrodescendientes, así como las y los indígenas, siguen sufriendo estragos de esa confrontación, como la pobreza y el racismo.
Enrique Ortiz García, escritor y divulgador histórico, exhortó a no perder de vista que relatos de la Conquista, como los de Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo, buscaban cumplir con el objetivo de ganar poder, como fue la historia de la muerte de Moctezuma Xocoyotzin, ocasionada por una pedrada lanzada por su pueblo.
No sería de sorprender que los españoles hayan sido quienes realmente ejecutaron al tlatoani azteca, tal como lo indican otros relatos y como lo hicieron con gobernantes de otras tierras en Perú, lo que hoy es Colombia o Michoacán, señaló.
Patricia Ledesma Bouchan, directora del Templo Mayor, señaló que el enfrentamiento que culminó en 1521 fue en realidad una guerra religiosa en la que tanto indígenas como españoles tenían sus propios pensamientos, por lo cual no debe juzgarse a esos grupos como si hubieran tenido las mismas herramientas que se tienen actualmente.
Los mexicas tenían una cosmovisión cíclica en la que los eventos se repetían y daban mucha importancia a los presagios; “pero la gente que llegó aquí también era sumamente religiosa y muchas de las cosas que ellos interpretaron como victorias la adujeron a aparición de santos o vírgenes”, indicó.
El historiador Pedro Salmerón pidió derribar las creencias falsas sobre ese acontecimiento histórico, para entender que no somos conquistadores ni vencidos, pues hubo pueblos indígenas en ambos bandos; es decir, no somos un producto del mestizaje, sino parte de un México más plural y multicultural.
Sólo al comprender el pasado y dejando de pelear entre nosotros, subrayó, entenderemos que somos un país plural, múltiple, diverso, pluriétnico, plurilingüístico y plurinacional, y podremos trascender la historia que erróneamente se nos ha contado.
Laura Cruz Arellano, representante de la comunidad Mazahua, subrayó que los pueblos indígenas de México se caracterizan por su resistencia, por lo que este tipo de eventos sirven como homenaje a estos grupos.
La parte musical del evento estuvo a cargo del guitarrista Miguel Ángel Velasco Trejo, quien interpretó Suite Española, de Gaspar Sanz; Gran Jota, de Francisco Tarrega; y La rebelión, de Joe Arroyo.
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