Muriel Salinas Díaz
Chilpancingo, Gro.- Ciertamente, la posible llegada de la primera mujer a la gubernatura de Guerrero es un dato histórico que deberíamos celebrar si consideramos este hecho como parte de los logros alcanzados por el movimiento feminista y amplio de mujeres en nuestro país en torno a la democracia paritaria. Pero este no es el caso.
La candidatura de Evelyn Salgado Pineda a la gubernatura de Guerrero en MORENA, más que el resultado de las luchas que hemos dado desde el movimiento feminista y amplio de mujeres por la democracia paritaria, deviene de un contexto marcado por múltiples movilizaciones, protestas e inconformidades del movimiento feminista local y nacional motivados por las denuncias de violencia sexual que pesan sobre su padre, Félix Salgado Macedonio, quien como todo mundo sabe, era el candidato de dicho partido a la gubernatura del estado, hasta que el INE le canceló el registro por incumplir con la presentación de su informe de gastos de precampaña.
Tras la sanción impuesta, MORENA y el presidente de México – quien no dejó de pronunciarse en cadena nacional durante todo el proceso electoral para manifestar su apoyo a Salgado Macedonio, denostando a las presuntas víctimas de éste y descalificando al movimiento feminista – se volcaron en la tarea de convocar a un nada transparente proceso interno de selección de una nueva candidatura, que esta vez, anunciaron, sería encabezada por una mujer.
Hecho el anuncio, reconocidas políticas guerrerenses manifestaron públicamente su interés por contender por dicha candidatura, entre ellas la ex perredista Beatriz Mojica Morga, la alcaldesa en funciones de Acapulco, Adela Román Ocampo, la feminista y académica Silvia Alemán Mundo y la ex comandanta de la policía comunitaria de Olinalá, Néstora Salgado.
Pero la dirigencia de MORENA decidió efectuar una rara encuesta en la que únicamente se incluyó a María de la Luz Núñez Ramos – quien tiene varios años residiendo en Michoacán -, Evelyn Salgado Pineda y Néstora Salgado. Esta última denunció públicamente que se estaba utilizando su nombre para legitimar a la hija de Salgado Macedonio, a quien el partido le había concedido “heredar” su candidatura, lo que acusó de ser una práctica monárquica que contravenía los principios de su partido.
Así, Salgado Pineda se convirtió en la nueva candidata de MORENA a la gubernatura, dejando tras ese proceso una estela de atropellos a los derechos humanos de las mujeres, tanto por lo que concierne a las presuntas víctimas de violencia sexual de su padre, que fueron acalladas y no han accedido a la justicia, como por las activistas feministas y defensoras de derechos humanos a quienes el presidente de México y MORENA han denostado y descalificado pública y sistemáticamente. Así como también en lo que respecta a quienes desde el interior de su propio partido fueron utilizadas, ninguneadas e ignoradas.
Evelyn ha precisado en distintos momentos que será ella quien gobierne Guerrero y no su padre, pero sus afirmaciones se desvanecían una y otra vez frente a las reiteradas y públicas muestras de subordinación que hizo de su liderazgo hacia la figura del mismo, la ausencia de propuestas que permitiesen a la ciudadanía conocer su proyecto de gobierno y la excesiva frivolidad con la que se condujo durante su campaña, así como por su notable tibieza para abordar temas como la violencia contra las mujeres o las políticas de igualdad.
¿Qué nos espera a las guerrerenses en el futuro gobierno de Evelyn Salgado?
La mañana de ayer, Basilia Castañeda solicitó asilo político a Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, pues ante la alta posibilidad de que Evelyn sea la próxima gobernadora de Guerrero, Castañeda teme por su seguridad, su vida y la de sus familiares.
¿Qué les espera entonces a las demás víctimas de violencia sexual en Guerrero? ¿Qué a las feministas y defensoras de derechos humanos que en Guerrero han caminado y acompañado a muchas otras víctimas? ¿Qué compromisos puede asumir un liderazgo como el de Evelyn para fortalecer la vida democrática, en un contexto de marcada intolerancia y polarización promovidas por su partido, por su propio padre y por el presidente de México? ¿Qué puede ofrecer a las mujeres guerrerenses un proyecto político que se ha mostrado abyecto e indolente frente a las violaciones a sus derechos humanos?
Para enfrentar los efectos de la desigualdad y la violencia, las mujeres de Guerrero no sólo requieren subsidios para poner en marcha proyectos productivos, que es la única propuesta de Evelyn Salgado que medio se escuchó durante su campaña electoral.
Hará falta mucho más que eso para generar cambios que reviertan la feminización de la pobreza, para erradicar la venta de niñas en regiones como la Montaña y Costa Chica y las redes de trata y explotación sexual infantil en Acapulco; para acabar con la impunidad del 95% de los agresores de mujeres. Para poner un alto a la violencia feminicida. Para atender la creciente demanda de las mujeres trabajadoras que exigen mejores salarios, seguridad y acceso a servicios de cuidados para sus hijas e hijos y familiares dependientes; para fortalecer la ciudadanía y la participación política de las mujeres libres de violencia, para generar más y mejores oportunidades de desarrollo para las niñas y jóvenes; para asegurar que todas las mujeres vivamos seguras y libres de violencia en cualquier municipio de Guerrero. Para generar procesos locales de desarrollo donde las mujeres tengan acceso y control de los recursos y beneficios de este. Para sumar a los hombres de todas las edades en la erradicación de la violencia contra mujeres y niñas de Guerrero.
Me temo que será una larga noche para la agenda de la igualdad y los derechos humanos de las mujeres de Guerrero. Ojalá me equivoque.
VCR/SEMEXICO
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