De los 209 millones de pobres, 118 son mujeres y el 39% no cuenta con ingresos propios
CIUDAD DE MÉXICO.- En Latinoamérica y el Caribe hay 208 millones de personas viven en pobreza y 78 millones en pobreza extrema, datos que muestran cómo estamos enfrentando un tiempo perdido en materia de Producto Interno Bruto per cápita, un retroceso de 20 años en pobreza extrema y 12 años en pobreza, aseguró la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena Ibarra.
De los 209 millones de pobres, 118 son mujeres y el 39% no cuenta con ingresos propios, privándolas de este modo del acceso a internet, del cual también carecen el 40% de los hogares de Latinoamérica y el Caribe, sólo el 21.2% de los empleados tiene la conexión para teletrabajar, y 46% de los menores de entre 5 y 12 años viven en hogares sin ningún tipo de conexión, lo cual provocó que muchos perdieran su año escolar.
Fue durante la serie de conferencia magistrales “Después el 2030: Mujeres líderes por un futuro sustentable”, organizado por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (COUS), donde también la doctora honoris causa por la UNAM recordó que antes de la pandemia ya se registraba a nivel mundial un bajo crecimiento económico, una creciente desigualdad y una fragmentación de acceso a la salud.
Sin embargo, lo anterior se vino a acentuar con la actual crisis sanitaria que ha demostrado que la estabilidad de los sistemas económico, social y de salud están en gran riesgo por los problemas estructurales, aclaró en su participación a través de la conferencia “Construir la sociedad del cuidado para una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad”.
Es necesario “avanzar hacia un estado de bienestar con sistemas de protección social universales”, aseguró Bárcena Ibarra al recalcar que hay un gran retroceso en la inclusión laboral de las mujeres, ya que una de cada cuatro mujeres entre 15 y 24 años no estudia ni trabaja, por lo que el 75% de estas jóvenes se dedican al cuidado de sus hogares y familiares.
Durante esta pandemia el PIB de la región ha caído 7.1%, 2.7 millones de empresas quebraron y la brecha de desigualdad laboral de género aumentó considerablemente, atentando así contra la autonomía de las mujeres y exponiéndolas tanto a la pobreza como a la violencia.
En Latinoamérica el 57% del sector femenino perdió su empleo, mientras el 45% en el Caribe no cuenta protección social; en tema salarial, la diferencia entre lo que gana una mujer y un hombre, realizando tareas similares, llega a ser de hasta 30%; dejando así a las mujeres en vulnerabilidad, comentó la especialista.
Así mismo, en temas educativos las mujeres también enfrentan un rezago, y aunque el género necesita independencia en cada aspecto de su vida, la más importante en este momento es la económica, para la cual es indispensable que haya cambios en las políticas y paradigmas en términos de empleo, políticas fiscales e industriales, con un enfoque transversal, concluyó.