CIUDAD DE MÉXICO.- José Manuel Baamonde Pelaéz, egresado de Ingeniería de la UNAM, habla del gran semillero de talentos y del apoyo a la cultura surgido desde la máxima casa de estudios; se dedica a la cátedra y mantiene lazos que lo arraigan a su Alma Mater, ahora como profesor y miembro de la Sociedad de Exalumnos también imparte la cátedra de Introducción a la Economía, sin dejar la docencia en su amada facultad.
La Facultad de Ingeniería de la UNAM (FI), desde sus inicios, se ha caracterizado como un semillero de instituciones de cultura, de apoyo a la comunidad, de organizaciones gremiales, de funcionarios públicos e instituciones empresariales privadas que han logrado enriquecer a México en muy diversos sentidos.
Esto no es casual, con inicios que datan de 1783, el Real Seminario de Minas, ubicado en la calle Guatemala 90 en el Centro de la Ciudad de México, que tuvo el propósito de enseñar la técnica de minas y mejorar la producción de la minería de la Nueva España, se inicia la formación de lo que ahora llamamos Ingenieros, con catedráticos como Alexander Von Humboldt.
Posteriormente, en 1813, su sede se traslada al Palacio de Minería, en la calle Tacuba 5, también en el centro de la capital del país, ahí albergó a la Escuela de Ingenieros, misma que en 1953 se traslada a Ciudad Universitaria, donde actualmente reside.
La Facultad de Ingeniería dio origen a la Academia de Música del Palacio de Minería, institución con 43 años que ha logrado difundir la cultura musical en la sociedad. Fue fundada por ingenieros universitarios junto con el maestro Jorge Velasco (†), y su antecedente se ubica en 1792, en el Real Seminario de Minas, donde, a la usanza de las sociedades europeas, guiadas por el amor a la música, financiaban orquestas con donativos obtenidos a través de un patronato. A la fecha, la Orquesta Sinfónica de Minería se ha destacado, desde 1978, me atrevo a decir, como la mejor orquesta del país, pues está integrada por una selección de los mejores músicos de diversas orquestas, y tiene su sede principal en la Sala Nezahualcóyotl, de Ciudad Universitaria, cuya Temporada de Verano, Conciertos Navideños y conciertos del Día del Niño se han convertido en una tradición para los fervientes asistentes, de todas las edades, a la “sala Neza”.
Otra de las instituciones que la FI ha dado origen es la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería, la SEFI; sociedad con 59 años de existencia y que es un referente en la forma en la que los exalumnos “le regresan a la Facultad y a la UNAM algo de lo mucho que nos dio”. Tiene la noble misión de apoyar moral y materialmente a la UNAM y su Facultad de Ingeniería, y ha patrocinado laboratorios, remodelaciones de áreas en la FI, aulas, edificios, y otorga apoyos a alumnos en muy diversas formas, como desarrollo empresarial, semanas culturales y concursos internacionales, entre otros. Se suma así a la noble labor de la Fundación UNAM, otorgando becas a alumnos destacados, no sólo de la FI, sino de otras Facultades, gracias al auspicio de la Fundación Slim.
Pero no sólo en ello radica la generación de ideas, cultura y actividades diversas, ya que en la FI se originó La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. También cuenta con un Club de Fotografía, una Sociedad Astronómica, clubes de alumnos de diferentes especialidades, capítulos estudiantiles de Cámaras y Colegios de ingeniería, un Coro, la Tuna de Ingeniería, un Cineclub, un museo y un sinnúmero de actividades, curriculares y extracurriculares de primer nivel.
Por mi raza, hablará el espíritu…
Profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM.