CIUDAD DE MÉXICO.- Ha transcurrido un poco más de un año desde que la pandemia del Covid-19 paralizó al mundo entero provocando que las economías desarrolladas como las emergentes terminaran 2020 con caídas significativas. Cifras oficiales señalan que la recesión quedó atrás y la recuperación está en marcha. En el marco de este contexto económico, el CEO de SURA Asset Management México ofreció una charla especial en donde expuso sus reflexiones sobre los desafíos que ha enfrentado en su trayectoria de más de 30 años en el sector financiero.
Enrique Solórzano se inició como trader en una casa de bolsa en 1985; en los años siguientes asumió diversas posiciones que lo han llevado a convertirse en un experto en el mundo de las inversiones con un profundo conocimiento de los mercados. Y desde esa mirada, habla sobre la evolución que han registrado los mercados desde la década de los años 80 a la fecha; aborda entre otros, los siguientes temas: qué hace diferente una crisis de otra, cuál debe ser una visión correcta del riesgo, las tendencias de inversión en los próximos años, así como la importancia de que los clientes tengan muy claros sus objetivos de inversión.
El crack bursátil de 1987 vs la pandemia de 2020
Enrique Solórzano recuerda que en 1985 el mercado de valores de México operaba en un escenario macroeconómico completamente opuesto al que vivimos hoy: la banca había sido nacionalizada, el Gobierno Federal se financiaba únicamente a plazos de 7, 14, 21 y 28 días en CETES, el tipo de cambio era fijo, la inflación estaba descontrolada y se movía entre el 30% y 80% y por tanto las tasas de interés también eran elevadas.
Las reservas internacionales eran un secreto de Estado; para los inversionistas era muy difícil estimar el monto de reservas ya que el Banco de México, subordinado a la Secretaría de Hacienda, sólo una vez al año revelaba tal información. La economía mexicana estaba totalmente cerrada y por lo tanto las referencias del mundo para los mexicanos no eran relevantes.
Dicho escenario económico fue el marco donde se produjo el crack bursátil del famoso lunes negro de 1987 (19 de octubre). 33 años después, repentinamente aparece el virus Covid-19 obligando al mundo entero a entrar en confinamiento y de golpe las economías se detienen.
En el caso de México, el entorno macroeconómico que enfrenta esta crisis provocada por la pandemia es diametralmente opuesto al de 1987. Actualmente el Banco de México es autónomo, el tipo de cambio es flexible, su nivel es determinado por las fuerzas del mercado, es decir a la oferta y demanda de divisas; el monto de las reservas internacionales se publica diariamente y el país ha logrado estabilidad inflacionaria: en 2020 la inflación se ubicó en 3.15%.
Nunca debes perder de vista el factor Riesgo.
“Tú puedes ser muy bueno conociendo los mercados e invirtiendo, pero si pierdes de vista el factor riesgo estás en un problema y es probable que des malas recomendaciones”, advierte Enrique. Explica que, aunque para todo el mundo es obvio que el riesgo y retorno son conceptos totalmente ligados, es muy importante saber cuantificarlo. A mayor riesgo siempre habrá en el largo plazo un mayor rendimiento; no obstante, tomar un riesgo muy elevado en el corto plazo, es bastante cuestionable ya que puede provocar grandes descalabros, por ello es muy importante medir el riesgo.
Enrique Solórzano recuerda que durante el crack bursátil de 1987 el índice Standard & Poors se desplomó 29% en un lapso breve de tiempo (seis días) mientras que el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores lo hizo en 58%. En ese tiempo, no había noción del riesgo.
Esa abrupta caída había sido antecedida por un vertiginoso rally alcista de dos años continuos; entre 1985 y 1987 el IPC del mercado accionario se había disparado alrededor de 240%. “Las acciones subían en periodos cortos 20%, 30% o 50%, entonces la gente empezó a perder la noción del riesgo y compraba acciones apalancadas cuatro a uno, ganando así mucho dinero en el corto plazo.
Los mercados suben, pero también bajan; cuando te apalancas y sube el mercado es muy bueno; pero muy malo cuando baja”, señala Solórzano. Derivado de la crisis de 1987 hacia finales de los años 80 nació el “value at risk”; el VaR es una medida estadística de riesgo mediante la cual se trata de estimar la perdida máxima esperada sobre un portafolio en un determinado periodo de tiempo.
Lecciones de crisis 2009 vs 2020: de la cautela a la rápida acción de los Bancos Centrales.
El CEO de SURA AM México, analiza la actuación de los bancos centrales en 2009 (la crisis de las hipotecas subprime en EU) y en 2020. “Cuando hay una recesión importante, los gobiernos pueden expandir su déficit fiscal y bajar sus tasas de interés. En 2009 los bancos centrales tardaron cuatro meses en decidir bajar las tasas, fueron muy cautelosos; por ello, cuando irrumpió inesperadamente la pandemia del covid-19 todos los bancos centrales habían aprendido la lección de la crisis de 2009 y bajaron abruptamente las tasas a niveles que no se habían visto nunca, la FED en un día bajó su tasa de 1.7 a cero”, comenta Solórzano.
Mientras tanto, la mayoría de los gobiernos también optaron por una expansión fiscal. En el caso de México, el gobierno ha decidido no tener un déficit fiscal muy elevado. Enrique Solórzano considera que quizá esta decisión no haya sido la más adecuada dada la pandemia, pero una vez que ya pasó la etapa crítica, México será uno de los países más sólidos fiscalmente.
En cuanto a la reacción de los mercados durante la crisis de hipotecas subprime (o hipotecas basura) el índice Standard & Poors registró una caída de 56% en un lapso de un año y tres meses; en 2020 el S&P cayó 34% en 42 días. En 2009 el mercado de valores de EU tardó cuatro años (hasta 2013) en recuperar el nivel que tenía hasta antes de la crisis. En esta ocasión, el mercado se recuperó en agosto de 2020; es decir, el piso lo registró en marzo y en agosto regresó a su nivel previo a la crisis.
Recuperación económica y tendencias de inversión
En 2020 la pandemia derivada del Covid-19 provocó un súbito stop en la actividad mundial, el consumo y la producción se detuvieron de golpe. “El mundo vivió una recesión muy profunda pero esa recesión se acabó en el tercer trimestre de 2020 y ahora estamos en un nuevo ciclo de crecimiento. La recuperación está en marcha y es potente”, indica el CEO de SURA AM México. “Como nunca en la historia, ni siquiera durante la gran recesión (de los años 30) Estados Unidos había desplegado un apoyo fiscal tan grande como el que está dando en esta ocasión, quizá es más de lo que la economía estadounidense requiere”, puntualiza Solórzano. Estados Unidos esperaba una caída de 6.5% y su economía sólo decreció en 3.5%. Para 2021 se estima que EU observará una recuperación en “V” y el PIB crecerá 6.5%. Las economías desarrolladas ya muestran una sincronizada y vigorosa recuperación. No es el caso de Latinoamérica; en esta región la recuperación de los países será parcial. En México, luego de la caída del 8.5% que registró en 2020, probablemente el PIB crecerá en 2021 entre 4.5% o 5%, como resultado de la inercia de recuperación que muestra EU, nuestro principal socio comercial.
Sobre las oportunidades de inversión que se vislumbran a futuro, Enrique Solórzano considera que, aunque el S&P es el índice que representa a los sectores más grandes, actualmente su valuación está muy cara (se encuentra arriba de su promedio estimado para 5 y 10 años), por lo tanto, recomienda abrir la mente hacia otros mercados y sectores. “Desde nuestro punto de vista se está configurando de manera generalizada una cuarta revolución industrial en donde nuevos sectores tendrán un crecimiento espectacular”, señala. Entre los sectores y subsectores que serán exitosos en los próximos 10 años se encuentran los siguientes: espacial, robótica, energía limpia, ciberseguridad, internet de las cosas, drones, realidad virtual, biotecnología y genética, entre otros.
Recomendaciones de un inversionista
Con la experiencia que ha acumulado en más de 30 años en el universo de las inversiones, Enrique Solórzano puntualiza que es muy importante que los asesores de inversión y los clientes tomen en cuenta las siguientes recomendaciones:
Balance entre riesgo y rendimiento. En el mundo de las inversiones un buen asesor de inversiones debe conocer los retornos potenciales pero también los riesgos, los cuales son factores esenciales para armar un buen portafolio de inversión. Es muy distinto invertir dinero para una pensión en donde el horizonte es de 45 años que invertir el dinero en un Money Market Fund, adecuado para las personas que requieren disponibilidad inmediata.
Debes tener muy claro tu objetivo y horizonte de inversión, de lo contrario puedes actuar mal en medio de una crisis. Muchas veces cuando un cliente no tiene claro su objetivo de inversión toma decisiones apresuradas; por ejemplo, si ve minusvalías en su portafolio durante dos meses continuos, de inmediato vende su posición y guarda su dinero en la chequera. “Si tu dinero es para tu retiro, para una casa, o para patrimonio, entonces puedes asumir algunos tipos de riesgos de largo plazo”, comenta Solórzano.
Inflación y crecimiento, indicadores que no debes perder de vista a la hora de invertir. Cuando se presenta una gran corrección en los mercados es un buen momento para invertir. Sin embargo, “no se trata de adivinar una corrección sino de estudiarla y para ello hay diferentes factores macroeconómicos que se deben tomar en cuenta al momento de invertir. La inflación y el crecimiento son los más importantes”, puntualiza Solórzano.
Nunca, nunca dejes de diversificar. Si quieres tener rendimientos tienes que diversificar tus inversiones, pero siendo cauteloso con el riesgo. Por ejemplo, en este momento en que los bancos centrales han bajado casi a cero las tasas de interés, la señal que mandan a los inversionistas es que asuman riesgos distintos y consideren comprar bonos corporativos, acciones y productos estructurados, entre otros.
AM.MX/fm
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