Ciudad de México, 1 de marzo de 2021.- El plan original del Gobierno Federal para el 2020 era crear 2 millones de empleos en México y terminamos el año con 3.5 Millones de empleos perdidos, una brecha de más de cinco millones entre meta y realidad. Cifras de COPARMEX revelan que de la mano de la crisis que vio caer durante 2020 el PIB en -9%, cerraron 900,000 Micro, pequeñas y medianas empresas.
La contracción económica impactó fuertemente la captación fiscal directa del erario federal, que se tuvo que compensar por un agresivo activismo fiscal y echando mano de fideicomisos y de la mayoría de las reservas económicas acumuladas durante sexenios anteriores.
Si bien la política social de la 4T se centra en dotar de incentivos económicos directos mediante programas como Sembrando Vida, Bienestar para las personas adultas mayores y Jóvenes escribiendo el Futuro entre otros, que en conjunto distribuyen cerca de 300 mil millones de pesos anuales, poco impacto tuvieron en evitar la caída en un -8.5% del IGAE (Índice General de actividad Económica) según cifras reportadas por el INEGI al cierre de diciembre del 2020.
Las elecciones intermedias de 2021 nos traerán un nuevo Congreso al que le espera el paradójico reto de crecer recaudación, al tiempo que aumentar los beneficios a la base trabajadora. Expertos en la materia apuntan a la PREVISIÓN SOCIAL como la fórmula para lograr esos dos objetivos que parecieran opuestos; el principal instrumento de previsión social son los Vales de despensa que reciben directamente casi 10 millones de trabajadores del sector formal, lo que representa un beneficio que se derrama a 40 millones de mexicanos, considerando una familia típica de 4 miembros.
Los vales de despensa hoy son vigentes en países de Europa, Asia y Latinoamérica y vieron su origen en Francia hace 60 años. Hoy es una industria global dominada por un reducido número de firmas francesas. En nuestro país se otorgarán en 2021 cerca de 120 mil millones de pesos en Vales de despensa y son el SAT, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y Banco de México las autoridades a cargo de regular de manera estricta a estos jugadores del sistema financiero mexicano. El 83% del volumen anual de vales de despensa en tarjeta o papel es operado por las tres francesas Si Vale (36%), Edenred (26%) y Sodexo (21%).
Se estima que hoy son alrededor de 90,000 empresas que otorgan vales de despensa a sus casi 10 millones de trabajadores; lo que deja abierta una gran oportunidad de otorgar esta prestación social al menos a otros 9.8 millones de trabajadores adicionales, considerando el padrón total de empleo formal del IMSS que es de 19.8 millones. El confinamiento del 2020 obligó a la población a adoptar comportamientos altamente digitales, no solo en la educación sino también en el uso de servicios financieros y en el consumo. Los emisores de Vales hoy ofrecen a las empresas alternativas de contratación digital y al trabajador vales digitales, lo que promete hacer crecer el beneficio de esta prestación social de forma muy relevante y llegar a las PyMES y sus trabajadores que operan en poblaciones menores que operan en zonas semiurbanas y rurales.
Un estudio realizado por consultores del Banco Mundial revela que en México, el resultado de incrementar a los vales de despensa la deducibilidad en el Impuesto sobre la renta (ISR) al 100%; cuando hoy está topada al 53%, traería un beneficio económico incremental neto de un 25%, derivado de agregar el incremento neto en los ingresos de los trabajadores formales más el impacto favorable en la actividad económica derivado del incremento en el consumo por una mayor disponibilidad de recursos y la generación de empleos derivada de una mayor actividad económica. El estudio concluye que de otorgarse la deducibilidad al 100%, por cada 100 millones de pesos de “pérdida recaudatoria Neta”, se generarían 125 millones de pesos de ingresos directos a los trabajadores formales, lo que en finanzas académicas se define como un retorno de la inversión del 25% (ROI). En este sentido, las cúpulas empresariales CCE, COPARMEX, CONCANACO Y CONCAMIN se han manifestado repetidamente a favor de esta iniciativa, misma que fue discutida en las sesiones de parlamento abierto del 2020 en la comisión de Hacienda y Crédito Público.
Siendo así, el nuevo congreso que será elegido en Julio e instalado en septiembre, tendrá la inusual oportunidad de implementar una iniciativa en la que como en el juego de la pirinola, el resultado sea que TODOS GANAN.
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