Por Juan Carlos Gutiérrez
Miami.- El turco Avni Yildirim hundió aún más en el fango de la duda y del descrédito a una carrera que pudo haber sido legendaria y que muy difícilmente hallará su rumbo para despegar…y no fue la suya, claro está.
Era la oportunidad de su vida ante Saúl “Canelo” Álvarez a quien disputó (oficialmente) el campeonato mundial súpermediano del CMB y de la AMB en una de las noches más vergonzozas en la historia del boxeo.
NO ES SU CULPA, PERO QUEDA COMO EL “MALO” DE LA PELÍCULA
Pero la culpa no es del “Canelo”, él finalmente solo hizo lo que tenía que hacer: pelear ante un retador al que obligatoriamente debía enfrentar….sí, como usted lo lee “obligatoriamente”.
Y esa obligación la instruyó el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) que puso como retador obligatorio a un fulano que tenía un récord de nada del otro mundo, pero que no había peleado en más de dos años y cuya última pelea fue una derrota.
Lo sucedido salpica, mancha aún más, involuntaria, o circunstancialmente al “Canelo”, al reiterarlo como el lado de la mesa hacia al que los dados siempre, por una u otra razón, caen a favor.
¿Cómo, habiendo 10 o 15 retadores elegibles, el CMB puso a este remedo de boxeador como retador ineludible a protagonizar una pelea de extremo nivel mediático?….usted y nosotros tenemos nuestras respuestas y creo que coincidimos.
A final de cuentas, luego de tumbarlo, y tras seguir siendo el que marcaba el paso tirando los únicos golpes de poder, el “Canelo” sumó todos los puntos posibles, para que Yildirim, o su esquina, tomasen la decisión de rendirse…y cobrar después.
Ojalá y no reciba un centavo, que le revoquen su visa y su licencia para boxear.
Ahhh, con el resultado de la “pelea”, el “Canelo” llegó a 58 peleas, 55 de ellas ganadas, con 37 nócauts, dos empates y una derrota.
El otomano llegó a 24 peleas, con 21 éxitos, 12 kos y tres derrotas. Ya mañana será otro día.
BH/JC