CIUDAD DE MÉXICO.- En México tenemos tres veces menos inversión en educación superior que en los países desarrollados, razón por la cual debemos insistir en que el financiamiento crezca para estas instituciones, porque sólo así podrán cumplir bien su papel: propiciar la formación integral, académica, científica y deportiva, y ser el motor para combatir desigualdades, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers.
Al impartir en línea la conferencia magistral “La educación pública en Latinoamérica: La misión transformadora de las universidades y los retos que enfrentamos”, agregó que difundir saberes y educar para un mundo sostenible, formar ciudadanos competentes e innovadores, fortalecer la cultura de la diversidad, la pluralidad y la tolerancia, y contribuir en forma determinante a mejorar los niveles de nuestro entorno social, son otras más de las tareas en las que las sociedades apoyan a la sociedad.
En la presentación realizada luego de ser investido con el doctorado Honoris causa por la Universidad de Panamá (UP), el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México expuso que las casas de estudio son cajas de resonancia de las necesidades sociales de sus entornos.
Las universidades públicas tienen la característica de propiciar un pensamiento libre, reflexivo y crítico, motor para conseguir la igualdad, la capilaridad social y el progreso. “Tenemos la firmeza de tomar decisiones sin injerencias externas. Sabemos que necesitamos autogobernarnos para conseguir lo anterior, y poder así realmente ayudar a dar solución a los problemas de nuestras naciones”, añadió.
Durante su conferencia, que formó parte de las actividades de la Escuela Internacional de Verano 2021 organizada por la UP, Graue Wiechers subrayó: también entendemos que el financiamiento que debe recibir la educación superior pública es responsabilidad del Estado y debemos ser transparentes y rendir cuentas con gran responsabilidad social hacia lo que nos otorga la nación.
La región latinoamericana, destacó, se caracteriza por la desigualdad. En nuestro país, siete de cada diez mexicanos que nacen pobres están determinados a continuar en esa condición “si no hacemos algo, y sabemos que la única forma de cambiar esta gran desigualdad es a través de una buena educación”. Ella es la gran igualadora: a mejor educación, mayores ingresos.
En enseñanza superior, continuó el rector Graue, la cobertura es actualmente de alrededor de 40 por ciento. Ha venido mejorando, indiscutiblemente, pero la brecha todavía es muy grande si nos comparamos con los otros países de América del norte, donde 86 por ciento de los jóvenes en edad de estudiar tienen la oportunidad de hacerlo en el nivel superior. Además, en México y Panamá, alrededor de 66 por ciento de los alumnos estudia en instituciones públicas, por lo que éstas se deben reforzar y seguir mejorando.
Luego de exponer las actividades de docencia, difusión y extensión que lleva a cabo la UNAM, su presencia en el territorio nacional y el mundo, así como su función en el desarrollo nacional, se refirió a los nuevos retos de la educación superior, entre ellos que las universidades continúen como un gran componente social.
Además, formar alumnos que no sólo adquieran los conocimientos que les pueden transmitir sus profesores, sino que ellos “aprendan a seguir aprendiendo”; que sean jóvenes creativos e innovadores. También, educar en la sustentabilidad, así como en la diversidad, para rechazar la intolerancia.