Por Bárbara Heredia
CIUDAD DE MÉXICO.-En el primer semestre del año pasado, cuando la pandemia del COVID asoló a México, de 241 pacientes con COVID-19 46 por ciento murió porque no había camas disponibles en la Unidad de Cuidados Intensivos en uno de los hospitales públicos destinados para la atención de los enfermos.
Sin embargo, el gobierno aseguró que la pandemia estaba bajo control y que nunca se habían quedado sin camas, establece Bloomberg, líder global de información y noticias.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutricion Salvador Zubirán del 26 de febrero al 5 de junio de 2020, en el que fueron incluidos 800 adultos con diagnóstico confirmado de Covid, se reporta que 241 murieron por falta de atención hospitalaria.
De los 241 pacientes que murieron, el 46% necesitaba una cama en la UCI, pero no la recibió porque no había ninguna disponible, refiere el estudio realizado durante la primera etapa de la pandemia. La segunda etapa que comenzó a partir de diciembre , ha batido récords de hospitalizaciones, muertes y casos en todo el país.
El gobierno mexicano adoptó “un enfoque laxo con el virus, negándose a restringir los movimientos de personas o prohibir los vuelos internacionales. En cambio, se pide a los ciudadanos que autorregulen sus actividades”.
De igual forma, México no tiene suficientes pruebas para detectar a los enfermos con COVID-10, cuando que todavía tiene una de las tasas de positividad más altas del mundo. Recientemente pasó a India para tener la tercera mayor cantidad de muertes por Covid-19 en el mundo, con un total de 162,922 muertes reportadas hasta el jueves por la noche.
“Los altos índices de pobreza, la falta de acceso a una atención médica adecuada y la ubicación geográfica son los principales determinantes de la mortalidad entre los pacientes mexicanos”, se lee en el estudio.
«A estos datos podemos agregar la alarmante situación de hacinamiento en los departamentos de emergencias áreas de cuidados críticos y su impacto en los resultados de los pacientes».
Los autores del estudio no recibieron financiamiento específico para el trabajo, que fue publicado por la Public Library of Science el 3 de febrero.
Vocero BH